Unicaja rompe la racha de victorias del Barça

A Unicaja le van los papeles de héroe. Fracasó en la Copa del Rey y se ha dejado victorias en canchas donde un equipo con expectativas ambiciosas no puede perdonar. En el último mes había cosechado tres derrotas y se había dejado arrebatar el liderato. El partido de ayer le ha puesto nuevamente a flote, pero para ganarlo tuvo primero que dejar que el Barça pasara sobre él como una apisonadora en el primer tiempo para acabar rompiendo su imbatibilidad lejos del Palau Blaugrana.Los primeros 20 minutos transitaron por un derrotero imposible para Unicaja. Tras un inicio vibrante que le llevó a gozar de alguna ventaja significativa (13-6, m. 4), la máquina. azulgrana entró en funcionamiento. Reequilibró el marcador a base de triples, y luego lo fue inclinando a su favor merced a un juego sobrio. Todas sus acciones respondían a un ejercicio de medida, en el que no cabía lugar al error, lo que acabó desesperando al rival.

Unicaja sólo ofrecía cierta solidez bajo los tableros, pero Godfread fue listo para alejar de la zona a Miller. Con la entrada de Ferran en la pista, el Barça echó el candado bajo su aro. El recurso ofensivo de Unicaja quedaba expuesto a las inconstantes apariciones de Babkov. Cada canasta costaba un mundo a los malagueños, que en cuatro minutos pasaron de ganar por 22-19 a perder por 22-31. El colmo de su impotencia se plasmó en sus nefastos porcentajes en los tiros libres. En la primera parte anotó sólo 3 de los 12 lanzamientos de los que dispuso y al final del encuentro acabó con una estadística en este capítulo del 57%.

Al descanso se llegó con una diferencia de 10 puntos (35-45), después de que Rodríguez recortara con un triple la máxima distancia azulgrana. Todo indicaba que la segunda parte iba a ser un paseo para el Barcelona. Pero Unicaja recuperó la casta.

Cuando tenían la soga al cuello apareció la ambición, y los malagueños encararon la segunda mitad con la intensidad defensiva que no habían tenido antes. Su rival comenzó a cometer errores, y Unicaja pudo imprimir más velocidad a sus transiciones. En cinco minutos restableció la igualdad en el marcador (49-49). En los dos siguientes nadie fue capaz de anotar ni una sola canasta y el partido entró entonces en una fase de alta emoción. Resurgieron las ansias de revancha, los nervios, los errores, los encontronazos, y el recuerdo de la final de la pasada liga.

Los síntomas de recuperación de Unicaja se personalizaban en Ansley, junto a Babkov, el líder de su equipo. Anotó 18 puntos y su actuación permitió a Unicaja dominar el rebote (39, con 10 de Ansley, frente a 27 del Barça). La impotencia aparecía en el Barcelona, que sufría la eliminación de un desdibujado Karnisovas (m. 23). A cuatro minutos para el final, un triple de Babkov daba a Unicaja una ventaja llamada a ser decisiva (71-66). Pero los malagueños se complicaron de nuevo los instantes finales. En los últimos dos minutos, Unicaja perdió dos balones incomprensibles en ataque y nadie se explica por qué a falta de 17 segundos no cometió una personal y permitió que Bosch se jugara un triple que llevó a la prórroga (81-81).

En la prolongación, Ruiz fue el jugador más atrevido, no sólo por sus dos triples consecutivos, sino por su pulso global. Anotó todo lo que intentó La victoria devuelve a Unicaja a la ensoñación. Los azulgrana tienen ahora á Unicaja a una sola victoria y no se pueden permitir un tropiezo porque los malagueños tienen a su favor el basket-average.