_
_
_
_
Entrevista:AJEDREZZSUSA POLGAR - CAMPEONA DEL MUNDO DE AJEDREZ

"Soy la prueba de que los genios se hacen"

Leontxo García

Simpática y femenina, no parece rara. Pero lo es: nunca fue al colegio, habla siete idiomas y entiende otra media docena, ha visitado más de 40 países y acaba de proclamarse campeona del mundo al destronar a la china Xie Jun. Veinte años después de que la policía intentara forzarla a ir a clase, la húngara Zsuzsa Polgar ha culminado el experimento educativo de sus padres, basado en que "los genios no nacen, se hacen". Se ve que es feliz, tiene 26 años, vive en Nueva York y piensa en retirarse para tener tres hijos.El parador Santa Catalina de Jaén ha sido la meta del largo y duro trabajo pedagógico que Clara y Lazslo Polgar emprendieron con sus tres hijas, Zsuzsa, Sofia y Judit. Además de cuestionar la educación convencional, querían demostrar que una mujer puede jugar al ajedrez tan bien como un hombre. Han conseguido, ambos objetivos: las tres causan temor a sus colegas masculinos y Zsuzsa, la mayor, muestra un equilibrio psíquico superior al de muchos profesionales del tablero.

Pregunta. ¿Qué le gustaría que dijeran de usted dentro de 100 años?

Respuesta. Luchó por la libertad y la igualdad de los sexos en el ajedrez.

P. ¿No se sentía rara cuando sus padres luchaban contra el Gobierno para que no la llevasen al colegio?

R. No en ese momento, porque sólo conocía el método educativo de mis padres. Después sí, cuando iba al colegio sólo para los exámenes. Pero no sufrí ningún trauma por ello, porque me sentía muy bien. El ajedrez - era para mi un lenguaje natural, jugaba con gente que venia a mi casa y me relacionaba con los niños del vecindario.

P. ¿Aplicará el mismo sistema a sus hijos?

R. Intentaré hacer algo similar. Ahora, los avances de Internet van a producir grandes cambios en la educación. El maestro seguirá siendo esencial, pero sus funciones cambiarán. Inculcaré a mis hijos que el ajedrez es una asignatura muy importante. A mí me ayuda a resolver los problemas de la vida cotidiana. Pero no les recomendaré que lo adopten como profesión porque es muy duro.

P. Usted y sus hermanas han demostrado que el mejor ajedrecista del mundo puede ser una mujer si se entrena adecuadamente. Y que los genios se hacen.

R. Exacto. En general, las niñas juegan igual o mejor que los niños hasta la adolescencia, cuando muchas lo dejan porque la sociedad les inculca prioridades distintas, como cuidar su físico para atraer a los chicos y formar una familia. Entre otras razones, los hombres juegan mejor al ajedrez porque se les ha educado para competir. Tanto en el ajedrez corno en el desarrollo de la inteligencia general, lo básico es la educación.

P. ¿Es el ajedrez lo más importante de su vida?

R. No, en absoluto. Una de las claves de mi triunfo está precisamente en que, si pierdo, seré feliz con mi marido [israelí, técnico de Computadoras], un hombre maraVilloso.

P. Kárpov dijo una vez que el compañero o compañera de un ajedrecista tiene que ser una persona especial.

R. Tiene razón. Nuestra vida se parece a la de las estrellas de cine. Abundan los viajes, la tensión y, las tentaciones de romper el equilibrio conyugal. Mi marido ha tenido que sacrificar sus prioridades para adaptarse a las mías, aunque yo me levanto a las 7.30 horas para prepararle el desayuno.

P. Pero está acostumbrada a madrugar. Usted y sus hermanas se levantaban a las seis de la mañana para jugar dos horas, al tenis de mesa.

R. Eran otros tiempos. Sin embargo, sigo cuidando mi preparación física. Corro, hago gininasia y juego al tenis.

P. Antes se negaba a jugar contra mujeres.

R. Era una pérdida de tiempo; para aprender, había que enfrentarse a hombres. Pero ahora el nivel de las mujeres es mucho más alto, y los premios también han subido sustancialmente.

P. ¿El mejor ajedrecista del siglo XXI será una máquina?

R. Sí. Eso ocurrirá dentro de cinco o 10 años. Aunque no puedan lograrlo sólo con fuerza bruta, conseguirán programar algo parecido a la intuición humana. Pero el ajedrez seguirá vivo. Como dice Kárpov, la bicicleta no terminó con el atletismo

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Sobre la firma

Leontxo García
Periodista especializado en ajedrez, en EL PAÍS desde 1985. Ha dado conferencias (y formado a más de 30.000 maestros en ajedrez educativo) en 30 países. Autor de 'Ajedrez y ciencia, pasiones mezcladas'. Consejero de la Federación Internacional de Ajedrez (FIDE) para ajedrez educativo. Medalla al Mérito Deportivo del Gobierno de España (2011).

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_