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ATLETISMO

Pedroso ganó un duelo colosal con Beckford

Los dos hombres que más han saltado en la historia de la humanidad se enfrentaron ayer en Madrid. No eran Beamon ni Lewis, nombres míticos del atletismo, sino el cubano Iván Pedroso y el estadounidense Mike Powell, que son los que más se han acercado a los nueve metros, independientemente de la altitud sobre la que compitieran o el viento que les favoreciese. El duelo colosal estuvo al margen de los récords, y tuvo un invitado añadido: el jamaicano James Beckford, que se presenta como otra alternativa de poder.

En pista cubierta se salta menos que al aire libre (una brisa de espaldas siempre ayuda) y en invierno, menos que en verano (la preparación se afina más entonces). Sólo había que ganar y lo hizo Pedroso, que en cada competición se aplica para tomarse la revancha sobre Powell, desde que la Federación Internacional le invalidara el récord mundial de 8,96 metros y su rival pudiera seguir siendo oficialmente el hombre que más ha saltado en la historia, aunque lo hiciera un centímetro menos.Desde que se produjo ese hecho en el verano de 1995, Pedroso no ha tenido la menor dificultad para derrotar al plusmarquista mundial. Pedroso (23 años) es un atleta en progresión y Powell (32 años) jamás volverá a ser aquel que superó el mito de Beamon. Tal es así que el cubano tuvo que buscarse ayer otro rival para vencer ante la escasísima oposición que encontró en el estadounidense. Ya los dos primeros saltos válidos de ambos marcaron la diferencia: 8,37 metros contra 6,6 1. Llegó entonces el jamaicano Beckorfd, una de las revelaciones de los últimos mundiales, y superó a Pedroso, primero por un centímetro y luego por tres, hasta que en el último intento el cubano, con un mejor salto de 8,43, puso a cada cual en su sitio; Powell, esta vez, 30 centímetros por detrás.

La marca de Pedroso, recién comenzado el año, es un excelente trampolín para conseguir, por fin, el récord. De momento nadie ha saltado tanto como él en 1996, ni parece que lo hará.

En la reunión, por primera vez en los últimos cinco años, no hubo récords mundiales, porque los reyes de la velocidad no se presentaron en la misma forma que temporadas atrás, cuando la cita de Madrid aseguraba la presencia de los mejores en la mejor forma. Más digna estuvo la rusa Irina Privalova, que el estadounidense André Cason, quien además de no ganar (lo hizo su compatriota Bowen), necesitó repetir la semifinal para clasificarse, ya que había quedado eliminado. Privalova al menos cedió contra una histórica, Merlene Ottey, un año más incombustible.

Los récords quedaron para los atletas españoles: Julio López aumentó en siete centímetros (16,74 metros) la plusmarca nacional de triple salto y María José Mardomingo rebajó en nueve centésimas (8,08 segundos) el de 60 metros valla. En las carreras de medio fondo y fondo, ausente Fermín Cacho, Mateo Cañellas y Anacleto Jiménez fueron dignos delfines.

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