Luis Martí critica,, la 'razón de Estado' como "coartada de los poderosos"

Luis Martí Mingarro, decano del Colegio de Abogados de Madrid, criticó ayer en el Club Siglo XXI "un cierto reverdecimiento" de la razón de Estado, de la que dijo que "es y ha sido siempre vieja coartada de los poderosos para eludir el cumplimiento de la ley". Dentro del ciclo Hacia la España del siglo XXI habló sobre Abogados, ahora y siempre. Advirtió contra las "grietas de arbitrariedad que debiliten el edificio del Estado de derecho".Martí Mingarro partió de que se cumplen 400 años del Colegio de Abogados y recordó el deber permanente de los letrados de defender a "quienes han sido perseguidos por los poderes".

La conferencia de Martí Mingarro, más elogiosa que autocrítica para la profesión de abogado, tuvo un párrafo voluntarista: "Queremos merecer el aprecio social, el aprecio de todos, basado en la calidad moral y profesional que tiene que acompañar a quienes nos sentimos mensajeros de tan grandes valores y protagonistas de tan ilusionadas empresas (...). No queremos ser mercaderes de la Justicia". De entre el catálogo de libertades constitucionales resaltó "la de expresión y la de defensa" e hizo un llamamiento a "las imprescindibles correcciones de comportamientos de tantos sectores que requieren de una autocrítica que les conduzca a la moderación".

Coloquio

Durante el coloquio que siguió a la conferencia, Martí Mingarro aseguró que los abogados son autocríticos, ya que en el Colegio de Madrid han sido expulsados nueve en tres años y "más de 160 compañeros fueron suspéndidos". Desafió a otras profesiones a una actitud similar. Se le preguntó por la implicación del abogado "más de lo justo en las peripecias de su cliente", según la pregunta que se le formuló [en aquel momento estaba ausente el letrado Jesús Santaella, abogado de Mario Conde y Juan Alberto Perote, expedientado por el Consejo General de la Abogacía]. Contestó: "El abogado que se implica no me parece mal; sí el que participa de la postura de la parte. Toda la pasión que le ponga va a ser poca. El límite es la ley y los tribunales".

El decano de los abogados madrileños alertó ante "el renacer de malentendidas razones de Estado, de oportunismos en la aplicación de la ley". En especial, expresó "nuestra preocupación", dijo, "por ese torcido y ahora ex pansivo terreno de los secretos... también de Estado". Afirnmó que "nadie duda de que cuando está en juego la supervivencia del Estado, debe ésta asegurarse dejando a salvo los arcanos más re cónditos de los que depende esa seguridad". Y añadió: "Nadie debe dudar, tampoco, que magnificar ese secreto, extenderlo, y sobre todo, dejarlo sin control, apunta a un grave retroceso, que debe ser evitado".

Entre otros asistentes figuraban el fiscal general del Estado, Carlos Granados, y el vicepresidente del CGPJ, José Luis Manzanares.