El Madrid juega una final ante el Pau-Orthez
El Barcelona, en situación inmejorable para mantener el liderato en la Liga Europea
El viejo pabellón de la Ciudad Deportiva será el escenario (20.00, La 2) del primero de los tres partidos decisivos que ha de jugar el Real Madrid en busca de su clasificación para los cuartos de final. Al campeón de Europa se le ha complicado su futuro en las dos últimas semanas. El Barcelona, en el Palacio, y el Cibona, en Zagreb, han relegado con sus victorias a los blancos a una angustiosa quinta posición, empatados a seis triunfos y cinco derrotas, con los croatas -cuartos- y con sus rivales de esta tarde, los franceses del Pau-Orthez (terceros).Por el contrario, la situación del Barcelona es inmejorable. Además de ser el líder del grupo B -ocho triunfos por tres derrotas-, le quedan dos partidos en casa, hoy ante el Cibona de Zagreb (20.30, Canal 33), y el 15 de febrero ante el Benfica, el colista del torneo. Entre medias deberá viajar a Pau, donde le espera un Orthez que se ha quedado sin americanos. En este contexto e inmerso en una racha de 13 triunfos consecutivos, 6 en competición europea y 7 en la Liga ACB, el equipo azulgrana depende de sí mismo y su camino, sobre el papel, es bastante llano.
Llega a Madrid el equipo galo henchido de moral después de la demostración realizada en Atenas la semana pasada. Ante 20.000 espectadores que crearon el infernal e intolerable ambiente de costumbre -los franceses se retiraron a los vestuarios y amenazaron con no reanudar el partido ante el masivo lanzamiento de monedas y otros objetos-, el Pau-Orthez se impuso al Panathinaikos por 67-69. Y lo hizo sin sus extanjeros, Daye y Smith, lesionados de gravedad días antes. El extraordinario Rigaudeau tornó más que nunca las riendas y sus 31 puntos sitúan al Madrid en estado de alarma.
"Lo hace todo bien sobre una cancha de baloncesto", reconoce su más que probable defensor hoy, Santos. "Para frenar a Rigaudeau hará falta el esfuerzo colectivo porque él tiene muchos recursos".
El Real Madrid depende todavía de sus propias fuerzas para lograr el acceso a los cuartos de final, viaje que tendría asegurado de ganar a sus rivales de hoy y al Benfica (su próximo rival) en Madrid y al Buckler en Bolonia en la última jornada. Le puede bastar, incluso, con los dos triunfos caseros. Todo pasa, pues, por la victoria ante el Pau-Orthez, que en la primera vuelta infligió a los madridistas -que esta tarde jugarán sin los lesionados Smith, García Coll y Ferrer- su derrota más abultada, 94-75, hasta el momento.
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