Aznar asegura que su reforma hará la fiscalidad más justa porque obligará a pagar a los ricos

José María Aznar aceptó ayer el guante que le lanzó el secretario general de Comisiones Obreras, Antonio Gutiérrez, y aseguró que la reforma fiscal consistirá en reducir los impuestos y conseguir que paguen "todos los que tiene que pagar". Gutiérrez, en la apertura del congreso del sindicato, pidió a Aznar el jueves que tenga el coraje de pedir sacrificios a los ricos. El presidente del PP, formación que hoy abre en Madrid su 12º Congreso, se mostró convencido de la victoria en las urnas y anunció que el 3 de marzo meterá al candidato socialista, Felipe González, un gol "por la escuadra".

Entrevistado anoche en Antena 3 por Manuel Campo Vidal, Aznar declaró que la "versión definitiva" de su propuesta fiscal es "la misma de siempre", aplicar "una política de control del gasto y, acompasada, una reducción de los impuestos". Disminuir la carga fiscal, explicó, "es necesario" para crear empleo, objetivo en el que insistió una y otra vez. Pero al mismo tiempo, según el presidente del PP, lo que pretende es conseguir una situación más justa, que paguen todos los que tiene que pagar". Aznar, inspector de finanzas de profesión, consideró insostenible la situación actual, con un fraude que cifró en tres billones de pesetas anuales, y preguntó si puede ser verdad que en España sólo hay 5.000 personas con ingresos de 30 millones de pesetas al año como se desprende de las declaraciones de la renta.

Con el empleo como bandera, insistente, el candidato del, PP rechazó la idea de repartir el trabajo. Eso puede valer en algunos países, argumentó, pero en España lo que debe hacerse es crear más oportunidades laborales. Y eso se consigue, añadió, con más ahorro e inversión, menos déficit público y menos impuestos.

Doble pacto

Aznar aseguró que están garantizados tanto el sistema público de sanidad como el cumplimiento del pacto de Toledo, en el que todas las fuerzas parlamentarias se comprometieron a mantener el sistema público de previsión social, y prometió dos grandes pactos.

El primero, con las administraciones locales y autonómicas para delimitar competencias, para implantar la Administración única y reducir el coste de las Administraciones públicas, y el segundo, con los agentes socia les, sindicatos y empresarios, para crear empleo. Aznar se comprometió a mantener una actitud de diálogo y "mano tendida" con todos, incluidos los partidos nacionalistas.

Reiteró también sus otras dos grandes promesas, la reducción del servicio militar a seis meses y la persecución de los terroristas de ETA "con la ley en la mano y sin separarnos un ápice del cumplimiento de la ley" para que sean juzgados y "cumplan íntegramente sus condenas".

Aznar no admitió la hipótesis, que le planteó el entrevistador, de una derrota en las urnas. "Voy a ganar", pronosticó. Y piensa hacerlo con la famosa "mayoría suficiente" para conseguir "un Gobierno estable". Ante la insistencia y la observa ción de que hasta en los penaltis cabe la posibilidad de fallar, el líder del PP contestó: "El día 3 de marzo se escuchará en España un grito de entusiasmo. Será por el gol. El balón entrará por la es cuadra, porque quiero abrir las ventanas de la esperanza".