Morientes rompe al Athletic

El Athletic salió de la caverna y le deslumbró la luz. Tantas jornadas a oscuras dañan la vista y nublan los sentidos. El Zaragoza invirtió en la Copa del Rey el rol de la Liga y exhibió una eficacia más acorde a su calidad. A Morientes no le ha debido sentar bien el fichaje de Gustavo López y firmó en San Mamés tres goles amparado por un esplendoroso Dan¡. La jugada de éste último en el tercer gol fue sencillamente espectacular.El Athletic quiso recuperar en la Copa el orgullo perdido. La inclusión de Garitano le ofertó alternativas en ambos costados, y el balón transitó así en espacios más cortos. Pero a la media hora, el conjunto bilbaíno había encajado ya dos goles y había visto cómo el poste devolvía otro remate de Morientes.

El Zaragoza repitió esquema y propósito en la Liga, pero además afinó la puntería. Su dominio, del medio campo, la línea más indigente del Athletic, fue indiscutible. La movilidad de Dani y Morientes, hizo el resto.

A la media hora el Athletic había construido una sola ocasión de Etxeberria que había sufrido el agobio en toda su intensidad. El público se rebeló contra Stepanovic, un técnico bajo sospecha de la grada. Y entonces llegó Guerrero. y se sacó de la chistera un libre directo magistral clavado en la escuadra desde el pico del área grande.

El gol le hizo crecer al Athletic y amansó el ambiente. En la reanudación con Guerrero acabó lesionado y casi seguro será baja en Vallecas el domingo en su sitio, es decir en el laboratorio, Etxeberria siguió su estela y obtuvo un gol de su cosecha particular tras otro inteligente pase de Guerrero. Era el fruto de las primeras dosis de raciocinio en las decisiones de Stepanovic.

Pero Dani no estaba por la labor de permitir resurrecciones inoportunas y se inventó una jugada genial que Morientes empujó a la red. La cuestión se recombino a los términos iniciales. El Zaragoza apeló al oficio para superar el cansancio y resistir el ataque corajudo del Athletic, que bien pudo obtener el empate.

Pero a fin de cuentas era un partido de Copa y el Zaragoza custodiaba un resultado casi definitivo en la eliminatoria. No era la Liga y Morientes se encargó de demostrarlo. Dani hizo lo mismo que hace siete días, pero ayer encontró la compañía necesaria para hallar fortuna. El Athletic ha salido demasiado tarde de la caverna.