Gritos en el Museo del Prado
Soy un asiduo visitante de nuestra primera pinacoteca y me encanta disfrutar de los tesoros de nuestro museo. Sin embargo, hay un pero: me molesta (y también quizás moleste a otros visitantes del museo) la actitud de los empleados que vigilan las salas de pintura. Suelen hablar entre,ellos en voz muy alta, y mientras uno intenta concentrarse en Goya o Murillo, se oyen sus voces con comentarios del tipo "te vas tú ahora a comer... " o "¿y cómo sigue tu cuñada?, ¿ya la han operado?....", y todo eso a gritos.,Pues no, señor. Comprendo que se comuniquen entre compañeros de trabajo, y que su ambiente laboral sea agradable, pero que hablen en voz baja. Recordemos que van profesores y estudiantes a tomar apuntes, a estudiar las obras in situ y es conveniente que haya silencio-