El Rey reclama la unidad de todos frente a "la sinrazón del terrorismo"
"Quisiera hacer una especial llamada a la recuperación de los hábitos de diálogo y moderación en la vida pública"
El rey Juan Carlos hizo en la Nochebuena una convocatoria a la unidad de todos frente a Ia sinrazón del terrorismo" que debe ser combatido, dijo, con respeto a las reglas de la democracia y del Estado de derecho. En su tradicional mensaje de Navidad, el jefe del Estado reconoció que en el año que termina se han producido fuertes tensiones en la convivencia y aludió a la desmoralización social derivada de las conductas irregulares, pero defendió la honradez de la mayoría de los políticos y empresarios. Advirtió además que las instituciones democráticas y la libertad de expresión garantizan que la corrupción no acabe prevaleciendo. Don Juan Carlos pidió un esfuerzo para restablecer el espíritu de diálogo que animó la transición de la dictadura a la democracia.
El Rey tuvo palabras de recuerdo y afecto para las víctimas de los atentados y para quienes se han visto privados de su libertad por organizaciones terroristas. La violencia sigue siendo "una herida abierta", indicó don Juan Carlos, antes de subrayar que "sólo desde la unidad en el respeto a las reglas de la democracia y la primacía del Estado de derecho podremos avanzar en la erradicación de esta lacra".Se hizo eco también del impacto negativo que las conductas irregulares de personajes públicos y financieros han tenido entre los ciudadanos, pero destacó que "el vigor de las instituciones y la libertad de expresión aseguran siempre que la corrupción no pueda prevalecer en un régimen democrático". También pidió a los poderes del Estado "ecuanimidad" y "respeto" recíproco.
Al evocar los años de la transición, el Monarca se declaró satisfecho por haber alcanzado la meta que se propuso de "llegar a ser un rey de todos", y animó a recuperar el clima de diálogo y moderación característico de la transición, a cuyo espíritu y participantes rindió homenaje y consideró motivo de justificado "orgullo colectivo". Don Juan Carlos no eludió las preocupaciones más inmediatas de los ciudadanos y subrayó que el désempleo y su carácter desintegrador son el primer problema de España.
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