_
_
_
_

El vuelo de un español hace 200 años

'Al filo de lo imposible' presenta a Diego Marín como pionero de la aviación mundial

Un artículo de Julio Llamazares publicado en EL PAÍS en 1990, en el que se nombraba de pasada a un español que voló en el siglo XVIII fue el desencadenante, para que el equipo de, Al filo de lo imposible localizara a Diego Marín, un burgalés de Coruña del Conde que construyó una especie de águila de madera, tela y plumas, con la que supuestamente voló unos cientos de metros alrededor de 1790. Al filo de lo imposible decidió revivir esa hazaña y emular a Marín con una reproducción aproximada de su artilugio. Cinco años después del nacimiento del proyecto, La 2 emite hoy con el título de Diego Marín, a partir de las 16.35, la primera parte de esta historia.Televisión Española decidió presentar este programa el pasado martes en la iglesia románica de Nuestra Señora del Rosario, en Coruña del Conde, como homenaje al pueblo que albergó al supuesto primer volador de la historia. Todo los miembros del programa, más el piloto que revivió la hazaña del burgalés -Laureano Casado- y miembros de la Facultad de Ingeniería Aeronáutica de la Universidad Politécnica de Madrid, que dieron forma al aparato, estuvieron presentes en la presentación. "No sabemos con seguridad que Diego Marín despegara del suelo, porque la documentación no es clara en este sentido. Peto sí, que su artilugio, volara o no, es la historia del sueño de un español que fue más allá del pensamiento de su época", aseguró Sebastián Álvaro, el director del programa.

Por desgracia, según los papeles de archivo conservados, Diego Marín no pudo repetir su sueño de volar en más ocasiones. La Iglesia y el ambiente cerrado del pueblo, que calificaban a su artilugio como un objeto satánico en una época en que sólo las brujas tenían la exclusiva para volar, se encargaron de quemar el águila de madera, con la que el burgalés pretendía llegar volando hasta Soria en un trayecto que debía durar ocho días.

Como homenaje póstumo a Diego Marín, el piloto Laureano Casado siguió en un paramotor el itinerario marcado por Marín para su viaje por tierras castellanas -78 kilómetros-, con lo que de paso consiguió el récord mundial de esta especialidad aeronáutica.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_