Las excusas para no ser jurado llegan incluso antes de abrirse el plazo

VIENE DE LA PÁGINA 1Otro candidato, J. E., de 41 años, no alega nada personal, pero pide a los jueces "que comprendan su situación". "Mis padres", explica, "están enfermos, y yo me hago cargo de ellos todos los inviernos; además tengo un hijo de ocho años que tiene que ir al colegio. No me niego", agrega, "pero les pido que comprendan la situación que tengo".

No saber leer ni escribir es otra de las alegaciones que establece la ley para eludir el jurado. "Este señor", se dice en otro escrito, "no sabe leer ni escribir; y no se siente con fuerzas para ese cargo. Además, es evangelista de religión".

La Audiencia de Madrid y el decanato de los juzgados están llevando el peso de la puesta en marcha del jurado. La Audiencia celebró en septiembre un sorteo para elegir a los 11.250 madrileños que pueden ser llamados a lo largo de 1996 para integrar un jurado. De esos, alrededor de 7.000 pertenecen a la capital.

Todos los años pares se hará un sorteo para elegir a los candidatos, cuyo número variará en función de los juicios con jurado que las respectivas audiencias prevean celebrar en los dos años siguientes. De tal forma que por cada juicio, se puedan formar 36 jurados distintos -ya que sus miembros pueden ser recusados-.

El sorteo se efectuó a través de un ordenador conectado con la Oficina Provincial del Censo de Madrid. Salieron elegidos, para toda la provincia, 11.250 candidatos. La Audiencia pidió ayuda al decanato de Madrid para avisar oficialmente a los elegidos. Han surgido algunos pyoblemas. El servicio de Correos ha devuelto muchas notificaciones -aproximadamente unas 5.000 en toda la provincia-; la mayoría porque el destinatario ha cambiado de domicilio y no se le ha podido localizar en otro sitio, explican fuentes jurídicas. Este periódico intentó en la tarde del pasado viernes, sin éxito, dialogar con algún responsable de Correos para contrastar el dato de las notificaciones devueltas.

Mañana, último día.

El plazo para notificar a alguien que es miembro del jurado expira mañana. Por eso, el decanato de Madrid y la Audiencia llevan días movilizados para. intentar avisar a los candidatos que faltan. Incluso la secretaria general de los juzgados madrileños, María José Gandásegui, está participando en el reparto de notificaciones devueltas. Gandásegui cuenta una anécdota: "El otro día estuve un buen rato por la zona de El Plantío intentando localizar a varios candidatos. Sólo conseguí localizar a uno, una señora. Tanta alegría me dio que, al abrir ella la puerta, solté: 'Señora, ha sido usted elegida miembro del jurado'. La señora se quedó callada y mirándome con una cara anonadada...".

Aunque cerca de 100 personas han presentado ya sus excusas, el plazo se abrirá oficialmente el día 1 de noviembre. La Ley Orgánica 5/1995, del Tribunal del Jurado, prohíbe la renuncia. No obstante, establece una serie de requisitos para pertenecer a él: saber leer y escribir, ser vecino de la provincia en que el delito se hubiese cometido, no estar afectado por discapacidad física o psíquica, tener más de 18 años y ser español.

Y también enumera las excusas: tener más de 65 años, sufrir un grave trastorno por razón de las cargas familiares, desempeñar un trabajo de relevante interés general, cuya sustitución originaría importantes perjuicios al mismo, o vivir en el extranjero. El apartado 6 del capítulo de excusas permite una interpretación más extensiva. Habla del "que alegue o acredite suficientemente cualquier otra causa que le dificulte de forma grave el desempeño de la función de jurado".

Las excusas deben presentarse en los decanatos respectivos. Quien no reciba contestación al respecto antes de que finalice noviembre, deberá entender que su escrito no ha sido aceptado y que, por tanto, tiene obligación de formar parte de un jurado si se les llama.

Responsables de los decanatos de la Comunidad tienen previsto reunirse en la sede de la Audiencia hoy para aunar criterios sobre las excusas que deben admitirse y cuáles no.