¿Quién juzga al juez?
Informadores y contrainformadores viven de vigilar a los árbitros
La organización que rodea a un árbitro en cada partido es francamente curiosa. El árbitro es el juez supremo sobre el campo. Pero, en la grada, un informador juzga al colegiado. Y a unos metros de distancia el contrainformador juzga al informador. El primer informe es público; el segundo, secreto. En juego está la puntuación final que acompaña la actuación de un colegiado a lo largo de la temporada. Y de esa puntuación depende su destino.Los jueces de los jueces forman el "cuerpo de informadores". Han sido, en su mayoría, "cocineros" antes que "frailes". Se trata de 60 ex árbitros que matan el gusanillo a razón de 25.000 pesetas por informe. Se les paga el desplazamiento y reciben 5.000 pesetas más si comen con el árbitro al que horas después han de juzgar, costumbre que suele ser habitual. Hay que cuidar las formas.
El informador arbitral es un delegado de la Federación, a imagen y semejanza de la labor que desempeñan en la UEFA. Sus designaciones se hacen públicas cada semana como las de los propios árbitros. Viajan a la ciudad donde se juega el partido el mismo día del encuentro y suelen comer con el árbitro. "Es conveniente este contacto previo al partido", reconoció un colegiado. Después de los encuentros han de acompañar al árbitro a su vestuario. "Se contrastan decisiones, por ejemplo, las tarjetas mostradas y hasta te permiten dar explicaciones. Incluso podemos examinar los informes".
El informe arbitral está prácticamente copiado del que utiliza la UEFA. Un primer apartado comprende los datos estrictos del partido -los equipos, fecha-. El segundo capítulo observa la organización del encuentro. El juicio al árbitro se inicia ya en el tercer y cuarto puntos, con los siguientes apartados: Personalidad, actuación técnica, interpretación de las reglas de juego, condición física y apreciación general.
La puntuación de estos apartados da una nota que va del 1 al 10. El término de calificación de cada número es el siguiente: 1 es "extremadamente malo"; 2, "muy mal"; 3, "mal"; 4, "insuficiente"; 5, "medio"; 6, pasable"; 7, "bien."; 8, "muy bien"; 9, "excelente,"; y 10, "óptimo". La puntuación de cada partido se ve afectada por un "índice corrector" que va del 0 al 2, según los tres grados de dificultad con el que se valora cada encuentro: fácil, difícil y muy dificil. Ese índice se suma a la nota..
Este grado corrector ha levantado más de una suspicacia. No figura en ningún reglamento y su uso, según han denunciado algunos árbitros, es la mejor fórmula para manipular las puntuaciones. "¿Cómo y quién decide el grado de dificultad de un partido?", se preguntó un colegiado. El índice corrector es, por otro lado, la única explicación que puede haber para aclarar por qué López Nieto obtuvo la pasada temporada una nota media de 10.46 puntos, cuando la máxima puntuación media es imposible, que supere el 10.
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