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Butragueño se hace 'toro'

El ex madridista debutó la pasada madrugada con el Celaya en la Liga de México

Siempre se le achacó fragilidad. Pero todo estaba preparado anoche para que Emilio Butragueño, el Buitre, se convirtiera en un nuevo toro. Con 32 años, 11 de ellos jugando en el Real Madrid, este futbolista que descartó continuar su trayectoria en España, comenzó ayer una nueva etapa profesional con los toros de Celaya, a escasos kilómetros del escenario de, tal vez, la mayor de sus gestas deportivas: La Corregidora de Querétaro, el estadio donde en el Mundial de 1986 España endosó a Dinamarca un 5-1 con cuatro goles del niño.Celaya, ciudad del estado de Guanajuato, de medio millón de habitantes, hierve desde hace un par de semanas. El equipo de esta población conservadora y tradicionalista retornó a la máxima categoría del fútbol mexicano después de 34 años de vagar por las categorías inferiores. Y lo hizo a lo grande: con un fichaje millonario en dólares que ha causado revuelo en el país.

¿Jugará o no jugará?, se preguntaban todos en Celaya. El entrenador, Juan Manuel Álvarez, mantenía en secreto la alineación hasta momentos antes del partido frente a la Universidad Autónoma de Guadalajara. Pero en el último entrenamiento del viernes, Patiño, el delantero que podría ocupar el lugar de Butragúeño en el ataque, aseguraba: "no voy a jugar. Lo hará Emilio". Las dudas no desaparecieron antes porque Butragueño arrastraba molestias en una rodilla, que le impidieron jugar algún partido en la pretemporada. Aunque los cronistas deportivos de Celaya aseguran que sólo se trataba de reservarlo.

El ahora toro Butragueño ha cambiado de aires pero no de estilo. "Cada vez me siento mejor. Ya estoy adaptado al clima y a las comidas. Si juego o no, lo decidirá el entrenador", aseguró minutos después del último entrenamiento, en un campo adyacente al estadio Miguel Alemán, un recinto que ha pasado de 6.000 localidades de aforo a 20.300 en cuatro semanas. La Federación Mexicana de Futbol (FMF), el ascenso del Atlético Celaya y la llegada de Butragueño exigían la ampliación. Aunque no ha sido suficiente.

La federación exige una capacidad mínima de 20.000 espectadores en la Primera División y los delegados federativos ya aprobaron el miércoles las nuevas instalaciones de tribunas metálicas en el Miguel Alemán. Las localidades salieron a la venta el jueves y se agotaron en escasas horas. Jaime Ortega, directivo del club, asegura que la localización de Celaya, en él centro de México a unos 250 kilómetros al norte del distrito federal ha propiciado el interés de los aficionados de otros estados limítrofes a Guanajuato como Michoacan y Querétaro. No queda papel.

Ortega y Gustavo Hernández, uno de los dueños de los toros, han perseverado para convertir el retorno a la Primera División, en un espectáculo con todo el fasto posible. Dos horas antes del encuentro, que estaba previsto comenzara a las 20.15 hora local (4.15 del domingo en España) se organizó una ceremonia de inauguración de la ampliación del estadio, a la que se invitó al gobernador del Estado, Vicente Fox.

Y Butragueño, que ya viste la camiseta blanca y pantalón azul del Celaya, se dispone desde ayer a afrontar un reto, en principio de dos años, en un país, cuyo fútbol está marcado antes por la garra y la fuerza fisica que por la abundancia de jugadores dotados de exquisita técnica. No, parece preocuparle mucho formar parte de un equipo que presumiblemente luchará por evitar el descenso. Concluido el último entrenamiento, al que acudió después de que la policía le abriera paso entre una masa de 2.000 aficionados, el Buitre comentó: "estoy impresionado por el cariño de la gente, solo quiero corresponder en el terreno de juego". Normal en él. Como siempre.

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