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"Sólo soy mejor que Induráin en que bebo más 'coca-colas' que él"

Siempre se le ha comparado con Miguel Induráin. Siempre se ha dicho de él que es el sucesor natural del navarro, pero Alex Zülle, a sus 27 años, no lo tiene tan claro. "Yo soy un buen contrarrelojista, Induráin es un gran contrarrelojista. El es mejor en la montaña, yo siempre voy a su rueda". Quiere ganar el Tour y se siente con fuerzas para ello, aunque sus miras están puestas a más largo plazo. "A lo mejor puedo ganar el Tour del año que viene, el de dentro de dos años, o quizás no lo gane nunca", afirma.Pregunta. Usted ha sido comparado durante varios anos con Induráin. Se le ha llegado a considerar su sucesor natural. Usted tiene ahora 27 años, la misma edad que Induráin cuando ganó su primer Tour. Le está obsesionando esa comparación.'

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Respuesta. Es diferente. Miguel y yo somos diferentes. Yo ahora tengo 27 años y, aunque el Tour no ha terminado todavía, estoy haciendo el mejor Tour de mi vida. A lo mejor puedo ganar el Tour del año que viene, el de dentro de dos años. Quizás no lo gane nunca, porque así es el Tour, la carrera más fuerte del mundo. Y Miguel es un especialista del Tour. Por eso lo ha ganado cuatro veces.

P. Pero usted se ha obsesionado con Induráin.

R. No, es que su carácter es diferente al mío. Él es un gran contrarrelojista y yo un buen contrarrelojista. En la montaña puedo ir a su rueda algún día. Quizás dentro de dos años pueda ser más fuerte en la montaña. Pero su carácter se parece más al de Rominger. Ellos son corredores muy seguros.

P. Se les han comparado porque tienen un aspecto físico muy parecido. Ambos son altos, corredores de rnucha potencia y capaces de adaptarse a la alta montaña.

R. Sí, todo eso es cierto, pero Induráin tiene más peso que yo. Es posible que, en estos momentos, él tenga más fuerza que yo. Yo veo que cada año estoy mejor. También he tenido la suerte de estar con Manolo Sáiz en el ONCE, porque en otros equipos me hubieran convertido en otro tipo de corredor, un hombre que ganara, sí, pero no grandes vueltas. Yo ahora veo que puedo llegar a ganar un Tour. El año pasado fui octavo, vale; del octavo al primero todavía hay mucho camino. Pero ahora veo que es posible. Induráin se retirará dentro de dos o tres años, vendrán nuevos corredores, pero yo creo que tendré mis posibilidades.

P. O sea, que ahora sí se cree que puede ganar un Tour.

R. He recuperado la confianza. Puedo decir que sí creo que pueda ganar carreras, pero no voy a decir el Tour, porque el Tour nunca se sabe.

P. ¿Qué diferencia hay entre el Zülle que fracasó en la contrarreloj y el Zülle que venció en La Plagne.

R. Ganar en la contrarreloj a Induráin era imposible. Todos dábamos por bueno perder un minuto. Yo perdí tres. Pero esa posición me permitía atacar. Demostré que podía hacer otra cosa que no fuera quejarme.

P. Realmente, ¿qué buscaba cuando atacó a 100 kilómetros de La Plagne?

R. Ataqué muy rápido. Sin pensarlo. Sólo quería quedarme solo. En los primeros kilómetros pensé que la meta estaba muy lejos, que quizá habría sido mejor atacar con un grupo. Pero segui adelante y vi que iba tomando minutos. Realmente sólo pensaba en ganar la etapa, no en la general.

P. Pero le llegaron a decir que era maillot amarillo en algún momento.

R. Sí, pero sabía que eso era imposible. No pensé en el maillot. Sólo en llegar.

P. Y de pronto su situación ha cambiado.

R. Sí, tengo más moral y aguanto la rueda de Induráin en Alpe D'Huez, cuando el año pasado me costaba seguirle en los tres últimos kilómetros. Pero quiero ser realista: falta mucho Tour. Yo me mantengo en mi objetivo, que era estar entre los cinco primeros.

P. Y ganar.

R. Es difícil contestar a eso. Cualquiera que vaya segundo y se sienta bien piensa en ganar, en esperar y apretar si tiene fuerzas para ello. De todas formas, ir a rueda de Induráin significa ir a un buen ritmo.

P. Cres usted que Induráin realmente domina la carrera.

R. Él tiene la experiencia, seguro. Él es siempre mucho más que sus compañeros. Habla siempre con ellos, los dirige. Él tiene cabeza, es algo más que piernas. Gana las contrarreloj, está siempre arriba en la montaña, pero es un gran campeón, porque siempre gana el Tour con menor esfuerzo que los demás.

P. ¿No hay demasiada gente muy cansada a estas alturas del Tour?

R. Sí, eso se nota mucho. En cualquier puerto pequeño se queda cortada demasiada gente.

P. Podríamos decir que los más fuertes, además de Induráin, son usted, Riis, Jalabert, quizás Pantani.

R. Induráin no tiene muchos rivales en este Tour.

P. La situación en la que corre el ONCE, que disputa el maillot verde y la general por equipos, ¿le perjudica o preferiría la situación de Induráin, que es el líder y tiene todo un equipo a su disposición?

R. No me parece mal, porque podemos ganar muchas cosas. Al final, en la montaña, Induráin siempre está solo.

P. ¿Le quita responsabilidad que el equipo tenga otros objetivos?

R. No, todo lo contrario; nos da moral a todos. Ahí está Mauri, siempre delante, porque está bien situado en la general.

P. No correr la Vuelta a España le ha beneficiado en este Tour, porque, casualmente, los corredores que están aguantando son los que no han estado en el Giro.

R. Yo he llegado en mejor forma que nunca. Eso, seguro. El Giro se ha notado, desde luego. Pero Induráin ha llegado aquí después de ganar el Giro y se ha llevado el Tour.

P. Qué errores no ha cometido que haya cometido otro años.

R. En realidad soy el mismo. Yo no sé venderme de otra manera. Quizás ahora siento que soy más capaz de concentrarme en un punto, en una carrera.

P. Usted es muy nervioso.

R. Parezco más nervioso, pero hay gente mucho más nerviosa que yo. Donde sí me pongo nervioso es en las contrarreloj. Yo digo siempre lo que pienso, lo que se me pasa por la cabeza. Por eso dicen que soy nervioso.

P. ¿Por qué nunca ha dado su medida en las contrarreloj del Tour?

R. Porque son demasiado cortas [se ríe]. La próxima contrarreloj seguro que la hago bien.

P. ¿En qué cree que es usted mejor que Induráin?

R. No sé... Él es mejor en contrarreloj; también en montaña, porque yo voy a su rueda. No sé..., quizás en que bebo más coca-colas que él.

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