Otra puerta que se abre
Virginia Ruano saltará hoy a la pista para disputar los octavos de final. Su rival la rumana Ruxandra Dragomir parece asequible. Pero poco importa que gane o pierda. Esta jugadora de 21 años que, por primera vez entró directa en el cuadro de Roland Garros, ha abierto esta semana una puerta más al tenis femenino español."Hay otras jugadoras que tienen un nivel semejante al mío", explica Ruano, y ahora saben que pueden emularme". En 1992 Ruano estuvo sola entre las 120 primeras del mundo. Pero un año más tarde otras habían alcanzado el mismo nivel. "Ángels Montolio, Neus Ávila y María Antonia Sánchez tienen nivel para seguirme. Sólo les falta la confianza que estoy adquiriendo".
La cuestión fundamental para cualquiera de ellas es descubrir que no hay distancia, a nivel de juego, entre ellas y la mayor parte de las 100 primeras mundiales. "Hasta ahora", añade Ruano, "nuestras referencias eran la 1 y la 4 del mundo. Y eso queda muy arriba. Pero he roto ya la barrera de las 100 primeras y otras pueden hacerlo".
Ruano entrena con su hermano Juan Ramón desde que comenzó a jugar en Madrid. Hace cinco años se desplazó a Valencia donde encontró un patrocinador. A finales de 1994 formaron un grupo que debía financiar la empresa alemana Sarona. Pero ella y Miriam Ramón siguieron recibiendo la ayuda de Grefusa. Al comienzo de este año Grefusa pagó 2,5 millones de pesetas a Manuel, Fernández, padre de una niña prodigio valenciana de nueve anos y gerente de Sarona, por el patrocinio de Miriam y Virginia. Pero ellas no han recibido un duro. El caso está en los tribunales. A pesar de todo ello, Vivi-como la llaman los amigos- sigue con la moral por las nubes.
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