Disconformidad

Me dirijo a usted para expresarle mi más rotunda disconformidad con el trato recibido en la sucursal de Mártires de la Ventilla, 34, de Caja Madrid, entidad con la que hasta la fecha no había tenido el menor problema.El caso es que, hallándome subrogado en el pago de una hipoteca sobre el piso que acabe, de comprar, recibí con fecha 27 de marzo de 1995 un aviso, firmado por el director de dicha sucursal bancaria de Caja Madrid, en el que se me notificaba el importe. de la primera cuota a satisfacer y la fecha en que se haría efectivo el cargo.

El problema llega cuando en dicha fecha se me cobran 12.147 pesetas más de lo allí comunicado (lo cual en un semestre, que es el periodo en que se me mantiene la cuota sin revisar, totaliza 72.882 pesetas más de lo previsto).

Personado en la oficina para hacer constar mi queja y recibido por el director, éste me expone que la carta. que, firmada y sellada, he recibido es fruto de un "error" y que, en lo que a él respecta, el cargo no se me modifica.

Además, al advertirle yo de que pensaba acudir a otras instancias para hacer valer su notificación, este señor se permite ironizar sobre lo que esa determinación -que entiendo legítima en defensa de mis intereses- "dice de mí" y hasta adopta un insufrible tono paternalista para reprocharme el "pagarle así la ayuda concedida".

Con independencia de que la oportuna reclamación que he interpuesto se resuelva o no a mientera satisfacción, creo que no es inoportuno recordar que la relación entre entidad de crédito y usuario no debe ser de prepotencia, sino que un contrato firmado equipara moralmente -en derechos y en obligaciones- a ambos suscriptores.

Los usos paternalistas deberían quedar fuera de la relación banco-cliente por el bien y la dignidad de ambos.-