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BALONCESTO

El fracaso de Seattle en las finales de la NBA oscurece el futuro de Karl

George Karl, el entrenador del Seattle Supersonics, se enfrenta a un futuro incierto. Por segundo año, su equipo no ha superado la primera ronda de las eliminatorias de la NBA. La afición, a través de los medios de comunicación, exigen la cabeza de Karl. Mientras tanto, el dueño del club, Barry Ackerley, mantiene silencio sobre el futuro del ex técnico de Madrid, que tiene un año más de contrato.

Karl, a punto de cumplir 44 años, vive eternamente en la vorágine de la crisis. Se repite la historia amarga de la temporada anterior y nadie tiene respuesta para lo sucedido. Los Sonics sumaron 57 victorias durante la temporada regular y parecían dispuestos a superar la decepción de 1994, cuando se convirtieron en el primer cabeza de serie en ser eliminados en la fase inicial de los play off.Los sueños de un título de Liga de los Sonics se desvanecieron el jueves por la noche en Los Ángeles, ante unos Lakers rejuvenecidos, debido a una razón fundamental: indisciplina dentro y fuera de la cancha. El pívot-alero Shawn Kemp llegó 12 minutos tarde al entrenamiento de la mañana sin pedir disculpas o recibir una amonestación de Karl. Esa noche, en el último minuto del partido, Sam Perkins y Detlef Schrempf forzaron tres tiros sin éxito.

Los Sonics perdieron el partido por 114-110 y la serie por 3-1. El resultado dejó a Karl con lágrimas en el banquillo. Quizá reconoció que su sentencia acababa de ser firmada.

Karl batalló todo el año para mantener el control de una jaula de grillos. El escolta Kendall Gill, su principal adversario, nunca dejó de pedir minutos de juego y luego se alejó del equipo durante una época por una depresión. El base Gary Payton, otro jugador que siempre llega tarde, apoyaba a Karl en público y lo despreciaba a sus espaldas.

Fue una guerra que quebró al equipo. Los jugadores sostuvieron una reunión privada el pasado martes para criticar los esquemas de juego de Karl. "Es un terco y un entrometido", dijeron. La respuesta de Karl no se hizo esperar: "Estoy harto de tratar con estúpidos en lugar de jugadores con carácter, disciplina y fortaleza mental. Todo el mundo juega con mayor intensidad durante los play off'.

Karl ha mantenido silencio desde el jueves por la noche. Wally Walker, el presidente de los Sonics, insiste en que Ackerley, el dueño del club, no ha discutido el futuro de Karl, quien tiene un año más de contrato. Walker apunta que Karl sumó 63 victorias el pasado año y otras 57 esta temporada sin conseguir después remontar la primera ronda. "Cuando promedias 60 victorias al año, todos esperamos ir más lejos en la postemporada", afirmó Walker.

Karl parece dispuesto a luchar por su honor y su puesto. "Mi familia. se siente a gusto en Seatlle. No me marcho de aquí. Ser técnico es lo único que sé hacer bien", dice.

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