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Irún aclama a un equipo campeón

El Elgorriaga promete ahora la Copa de Europa

Leontxo García

Una multitud agasajó el domingo en Irún a los jugadores del Bidasoa Elgorriaga frente al balcón del Ayuntamiento. Ese apoyo popular pesa mucho en el análisis del éxito: el equipo es una piña sin fisuras, ;sus directivos son profesionales apenas remunerados y el presupuesto -150 millones de pesetas- es muy inferior a los 414 millones que ha manejado el Barcelona, segundo clasificado en la Liga. Calidad e ilusión no faltan para cumplir la promesa a una ciudad enardecida: "Volveremos el día 23 con la Copa de Europa".El testimonio del pivote Aitor Etxaburu, que ya había sido campeón dos veces con el Barcelona, resulta esclarecedor: "Allí, el balonmano no se vivía con intensidad. Al Palau acudían 300 entre familiares y amigos. Ganábamos la Liga, íbamos a la plaza de Sant Jaume y daba pena salir al balcón porque no había nadie. Por el contrario, esto es alucinante", manifestó mientras miles de personas coreaban su nombre.

Poco antes ' el sueco Thomas Svensson se emocionó al oír el clamor: "¡Thomas, quédate!". El portero, cuya colosal actuación del domingo contra el Teka transformó una supuesta tortura en un triunfo cómodo y brillante, tiene ya un pie en el Barcelona. Aunque no fue explícito en su respuesta, Svensson insinuó que la diferencia de dinero es demasiado grande: "He sido bidasotarra durante tres años y lo seguiré siendo, pase lo que pase. Es algo que se te mete en el corazón". Cuando se fundó el club, en 1962, algunos jugadores parecían aizkolaris que habían cambiado el hacha por un balón habitualmente resbaladizo por el agua que caía en el frontón Uranzu, sede de los primeros éxitos. Las "huestes chocolateras", como les denomina la prensa local en honor del patrocinador, ganaron su primera Liga en 1987 en un polideportivo con goteras. El equipo estaba formado por once jugadores de Irún, uno de Pasajes, (Guipúzcoa) y dos yu9,oslavos.

Las exigencias de la mejor Liga del mundo han borrado una gran parte de aquel romanticismo. Ahora se trabaja con mucho rigor, pero la cohesión interna no ha variado. Hace 25 años, Bernardo García, el actual presidente, oyó una mañana como el entrenador se desgañitaba bajo el balcón de su casa para persuadirle de que ovidara su enfado y fuera a jugar. Ayer, García no tuvo problemas para convencer a sus jugadores de que limpiaran, los vapores etílicos del domingo con un tratamiento de talasoterapia (baños con agua de mar) ante el próximo compromiso frente al Badel de Zagreb.

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Sobre la firma

Leontxo García
Periodista especializado en ajedrez, en EL PAÍS desde 1985. Ha dado conferencias (y formado a más de 30.000 maestros en ajedrez educativo) en 30 países. Autor de 'Ajedrez y ciencia, pasiones mezcladas'. Consejero de la Federación Internacional de Ajedrez (FIDE) para ajedrez educativo. Medalla al Mérito Deportivo del Gobierno de España (2011).

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