El Chelsea culpa al Zaragoza y a la policía española de los disturbios en La Romareda

La visita de los hinchas del Chelsea dejó en Zaragoza 15 heridos y 12 detenidos, aunque sólo uno está a disposición judicial. Los principales incidentes se produjeron en el estadio, donde la policía realizó dos cargas. La UEFA decidió ayer abrir un expediente sobre estos hechos. Ken Bates, presidente del club londinense, intentó exculparse: "La culpa no ha sido nuestra. Si hay que abrir alguna investigación debería hacerse sobre la actuación española, porque, contra nuestra recomendación, vendieron entradas por su cuenta a algunos ingleses".

Francisco Lázaro, jefe superior de policía, manifestó que "la situación siempre estuvo bajo control, nunca hubo riesgo de perder el dominio y los altercados fueron mínimos. Sin duda se puede decir que la operación ha sido un éxito"En la ciudad apenas queda otro rastro del paso de los hooligans más que cientos de botellines de cerveza y vasos de plástico por el suelo. En el estadio las huellas son: destrozos en las tribunas y medio centenar de sillas rotas. El Zaragoza reclamará los daños.

Los detenidos son todos de nacionalidad británica. La policía aprehendió seis en el centro de la ciudad, tras provocar incidentes en un autobús de transporte público, donde agredieron a varios ocupantes. Los otros seis fueron arrestados en el interior del estadio por arrojar objetosy agredir a la fuerza pública. La policía destaca en su informe que 13 de los cabecillas del grupo neonazi Combat-18 fueron localizados en la autopista de acceso a la ciudad, a bordo de una furgoneta, y fueron conducidos hasta La Romareda por agentes en unidades motorizadas, quedando inmovilizados en el campo.

La prensa británica se lamentó ayer de la conducta "estúpida" de una minoría de los seguidores del Chelsea y recogió discretamente la actuación violenta de algunos de ellos. Mientras, todas las alabanzas fueron para el juego del Zaragoza, informa Lola Galán.

El grueso de los periódicos centraba sus críticas en los alborotadores. El Dady Telegraph reconocía la vergonzosa conducta de estos seguidores. Respecto al resultado, el periódico señalaba: "Dados los problemas que han causado sus seguidores tanto la no che del jueves como la de hace un mes en Brujas, nadie en Europa va a llorar por su inevitable derrota". El comenta rista de The Guardian se la mentaba de que un puñado de hinchas, "unos 50 entre 3.000 seguidores" del equipo, acogieron con especial virulencia el tercer gol marcado por Esnáider, optando por destrozar las sillas de plástico en las que estaban sentados.El Chelsea se enfrenta a otro expediente ante la Federación de Fútbol inglesa por los disturbios provocados en un partido celebrado en su campo contra el Millwall, el pasado año.