Entre la mueca y la sonrisa

El Barcelona reanuda pasado mañana su campaña europea contra un París Saint Germain que comparte sus urgencias en los cuartos de final de la Liga de Campeones. Lucha desesperadamente y sin márgenes para el error en la defensa de su título de Liga y saltará al Camp Nou procurando no pensar en las consecuencias de una eliminación. Llega el único equipo capaz de ganar sus seis encuentros en la Liga de Campeones y aunque afirma que buscará una séptima victoria, confía más en solventar la eliminatoria el próximo día 15 en el Parque de los Príncipes.Superficialmente sigue siendo el mismo. De la plantilla que se ganó simpatías en el Camp Nou por noquear al Real Madrid, sólo se han despedido actores de reparto como el defensa Sassus, el centrocampista Fournier y el delantero Gravelaine. Y, sin embargo, todo ha cambiado.

Se fue Artur Jorge y llegó Luis Fernández, que a los 35 años, es el técnico más joven de la Liga de Campeones. El resultado es un conjunto que presume de reflejar la alegría de Fernández pero que, cuando le invaden las tensiones de los lances europeos, reconoce que sigue respondiendo a los más pragmáticos mensajes de Jorge. El portugués se fue entre gritos de "¡abajo el realismo!"

Las cifras no avalan su teoría sobre liberación y alegría. Hace un ano el balance del PSG de Jorge era 17 victorias, ocho empates y dos derrotas. El de Fernández reza 15-5-7. Con Jorge, el PSG había marcado 37 goles y recibido 12. Con Fernández las cifras son 42 y 26. El balance económico de la entidad -no tendrá problemas para cubrir el presupuesto de 6.250 millones para el ejercicio actual- fue el motivo alegado por el Consejo Nacional de Deportes a la hora de prohibir fichajes durante el verano pasado. Impidió la renovación y el PSG actual no es un equipo joven.

Roche, con el brazalete

Alain Roche aceptó de mala gana el brazalete de capitán después de la victoria por 1-2 sobre el Spartak en Moscú. Hasta entonces, Fernández lo había entregado a la figura del equipo, David Ginola. El delantero había estado a punto de fichar por el Milan -afirma que Savicevic dinamitó su traspaso por temor a la competencia- y, agradecido a Jorge por haberle rescatado del naufragio del Brest, se limitó a saludar la llegada de Fernández con un "Luis ha dado una nota de simpatía al club".

El técnico tardó poco en declarar: "Ginola, si no comprende que sus compañeros tienen una gran importancia, tiene que hacerse a sí mismo unas serias preguntas". La nueva libertad otorgada por Fernández significaba que "Ginola puede bajar más para buscar balones".

Fernández defendía "la libertad de expresión para el jugador" y pregonaba "sencillez, velocidad y combinaciones". Los jugadores agradecieron unos entrenamientos más divertidos y piezas clave como el liberiano George Weah y el brasileño Raí proclamaron la recuperación de su mejor nivel. Sin embargo, donde más ha convencido el PSG ha sido en europea.