Carlos Sainz resiste el acoso del francés Delecour

Carlos Sainz (Subaru) conservó ayer el liderato en el Rally de Montecarlo a pesar de los ataques del francés François Delecour (Ford) durante la segunda jornada de la carrera. El piloto español, que llegó a perder la primera posición en la lotería de la elección de neumáticos, recuperó la ventaja en los últimos tramos del día. Sainz afronta, la fase final del rally con 26 segundos de margen sobre Delecour, el único que puede hacerle sombra.

El duelo entre estos dos pilotos está siendo, como otras veces en Montecarlo, intenso, vibrante. No se libra sólo en la carretera, pues la estrategia resulta acaso más decisiva que el acelerador. Y no gana siempre el más rápido, sino quien mejor resuelve el embrollo de cada elección de neumáticos, el factor clave de este rally. Los segundos caen sobre el asfalto, pero se sentencian siempre antes, en el momento de decidir el compuesto de neumático.Hasta mediada la etapa de ayer, Sainz llevó la voz cantante en el asunto. Pero ayer se invirtieron los papeles. Delecour lo acertó casi todo, apoyado por unos neumáticos Michelin que dieron mejor resultado que los Pirelli de Sainz, y fue sumando segundos hasta darle la vuelta a la clasificación y alcanzar el liderato. Sólo la reacción final del piloto español le permitió recuperar la primera posición.

La nueva norma de la Federación Internacional. del Automóvil (FIA), que sólo permite la asistencia y el cambio de neumáticos cada 50 kilómetros -en la práctica cada dos tramos-, continuó provocando sobresaltos en la clasificación y quebraderos de cabeza a los pilotos. Fue éste el factor que movió la balanza hacia Delecour o hacia Sainz.

Cada dos tramos, el cuadro se repetía con precisión. Alrededor de un furgón de asistencia, se reunían en concilio todos los que mandan en Subaru, interrogándose con la mirada los unos a los otros. Allí estaban Sainz y Moya; el propietario del equipo, David Richards; su número dos, John Spiller; los responsables técnicos, David Lapworth y Nigel Riddle, y el delegado de Pirelli, Dario Calzavara. Todos, absolutamente todos, buscaban respuesta a la misma pregunta: ¿Qué neumático había que utilizar?

El problema de una cuestión habitual en el Montecarlo se ha agravado este año, pues hay que pensar no en uno sino en dos tramos, cuyos pisos pueden presentar características diferentes. Se trata siempre de hallar el compromiso para superar, por ejemplo, un tramo seco y después, sin cambiar de neumáticos, uno con nieve.

Durante gran parte de la jornada, Delecour aprovechó mejor las posibilidades de sus neumáticos. Michelin, provedor de Ford y también de Toyota, puso a disposición del piloto francés unas gomas claveteadas cuyos clavos se pueden quitar si es necesario. Es la solución perfecta para dar con el equilibrio. Pirelli no dispone de ese compuesto para Sainz y el bicampeón español tuvo que arriesgar para mantener el paso, hasta el punto que sufrió un susto en forma de trompo. No obstante, al final de la jornada, su última apuesta fue acertada.

Tanta inquietud y preocupación por culpa de la norma de la FIA han provocado ya las críticas de los pilotos. "Es ridículo", sentenció Sainz. El piloto español se jugará probablemente el triunfo frente a Delecour en la última fase del rally, la famosa noche del Turini. Es su único enemigo cara a la victoria en está prueba inaugural de la temporada, pese a la sorprendente actuación del finés Tommi Makinen, (Mitsubishi), tercero a sólo 1 minuto y 8 segundos.