Mafias, nacionalismo y fútbol en Córcega

OCTAVI MARTÍJean-Francois Filippi, de 52 años, antiguo presidente del Sporting Club Bastia, un equipo corso de fútbol que milita en la Primera División francesa, fue asesinado ayer al salir de su domicilio de Lucciana, un pequeño pueblo del que era alcalde. Filippi era uno de los principales implicados en un proceso. que se abrirá el próximo 4 de enero en Bastia y que tiene por objeto establecer las responsabilidades de 13 inculpados en el permiso de construcción de la tribuna provisional del estadio de esta ciudad del norte, de Córcega.

La tribuna del estadio Furiani se hundió el 5 de mayo de 1992 y provocó la muerte de 17 personas y heridas de diversa consideración a casi 2.400, en una de las mayores tragedias registradas en campos de fútbol. Ese día, el estadio Furiani se había vestido de precaria gala para recibir, en un partido de semifinales de Copa, al entonces todopoderoso Olympique de Marsella,

Filippi paseaba ayer acompañado de su esposa cuando fue alcanzado por las balas de uno o varios desconocidos. Su mujer resultó gravemente herida. No era la primera vez que atentaban contra su vida. Ya antes de la catástrofe del campo de fútbol de Bastia, los locales de su oficina electoral fueron ametrallados en 1986, en un atentado que se cobré una víctima.

Filippi, un independiente de derechas, era una figura destacada de la agitada y confusa vida política y económica de Córcega. Poseía una flotilla de automóviles de alquiler así como inversiones en el sector de la hostelería. Después de la catástrofe del estadio de fútbol, el FLNC (Frente de Liberación Nacional Corso), un grupo independentista clandestino, asumió la defensa de Filippi. Pero no se trató de una decisión unánime, como lo prueba que Robert Sazzi, que se mostró en desacuerdo, fuera asesinado por sus compañeros del FLNC, cada vez más empeñados en una lucha sin concesiones contra los intereses franceses en la isla y más implicados en alianzas de naturaleza mafiosa.

En el juicio que debe abrirse el próximo 4 de enero Filippi habría tenido que responder, ante un mínimo de mil víctimas del accidente de una acusación por daños y homicidio involuntario. Así las cosas, su asesinato se ha relacionado con su disposición a colaborar con la justicia y a destapar compromisos inmobiliarios turbios.

Se trata de una hipótesis tan válida como la que relaciona la muerte del empresario con una venganza de una fracción del FLNC: una suposición que considera el asesinato como un simple ajuste de cuentas o la versión que inscribe el atentado en la espiral de violencia que vive la isla de Córcega y que se cobra cada año muertes no aclaradas de ciudadanos y asiste a frecuente! explosiones de viviendas, restaurantes o loca les que pretenden sobrevir a una extorsión que, a menudo, toma el disfraz del nacionalismo radical.