Akio Morita, el gran impulsor de Sony, deja la presidencia de la compañía
Para el mundo financiero, la dimisión ayer de Akio Morita como presidente de Sony, significa la pérdida de uno de los símbolos empresariales de la posguerra. Puede que acabe siendo recordado, no obstante, como el hombre que aportó a la lengua inglesa la palabra walkman. Morita, de 73 años, fue el gran impulsor de una de las marcas más conocidas en el mundo, Sony, aunque a mediados de los ochenta delegó la gestión diaria de la compañía y se convirtió en uno de los símbolos del éxito industrial de un Japón moderno.Un gran patriota que tituló su autobiografía Made in Japan, el exitoso Morita desafió la imagen de imitadores pasivos de sus compatriotas, con la promoción de Sony en todo el mundo como una marca puntera en la innovación tecnológica. Es también un ferviente internacionalista que educó a sus hijos en el extranjero, una decisión insólita en sus días para un japonés.
Su colaboración en el libro Un Japón capaz de decir 'no', de 1989, junto con el político ultranacionalista Shintaro Siharta, provocó una tormenta de críticas en Estados Unidos porque defendía un Japón beligerante en las negociaciones comerciales con EE UU. Morita, además, criticaba en el libro la visión a corto plazo y la obsesión por los beneficios de los empresarios estadounidenses, en contraste con la paciencia japonesa a la hora de crear mercados.
El ex presidente de Sony rectificó esta actitud unos años después, con la publicación de artículos en los que criticaba la ingenuidad de su país por creer que podía seguir incrementando su comercio pese a tener un enorme superávit comercial.
Morita fue cofundador de Sony en 1946 en el Japón de posguerra y comenzó con la fabricación de aparatos eléctricos para cocer el arroz. Empezó con un capital equivalente entonces a unos 500 dólares (65.000 pesetas). Las ventas mundiales de la compañía en el año fiscal 1993/ 94 alcanzaron los 3,73 billones de yenes (4,8 billones de pesetas).
Desde que fue intervenido en noviembre del año pasado por un ataque al corazón, Morita ha estado sometido a una larga rehabilitación. Dejó el hospital el pasado mes de mayo y ahora es asistido por tres terapeutas, según fuentes de Sony. Sólo puede hablar lentamente y tiene paralizada la parte izquierda de su cuerpo.
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