En busca del perfil del hincha europeo
Los aficionados al fútbol de Inglaterra, ¿pertenecen a las clases más humildes? ¿Es cierto que ser del Barça significa una vía de integración en Cataluña? Los tópicos existen, pero es preciso que los confirme un trabajo de campo.Sociólogos y antropólogos de 12 universidades europeas, entre ellas la Autónoma de Barcelona (UAB), están realizando un estudio para definir el perfil de los seguidores de siete países.
El público que asiste a los estadios de 18 clubes europeos -entre ellos, el Ajax de Amsterdam, el Milan, el Marsella y el Manchester United- será examinado con lupa. En España, la investigación se ceñirá exclusivamente a los seguidores del Español por falta de presupuesto económico.
Gabriel Colomé, profesor de Ciencias Políticas que dirige la investigación en España, escogió al club de Sarriá por una razón meramente económica. Los miembros de la Penya Universitària Blanquiblava, cuyo presidente es ex alumno de Colomé, se ofrecieron a realizar gratuitamente las encuestas a 450 seguidores que acudieron ayer al campo.
Antes de presenciar el encuentro contra el Albacete, el público blanquiazul se topó con una veintena de jóvenes que le sometió a una batería de 26 preguntas tales como el tipo de profesión, la edad, el lugar de nacimiento, el origen de los padres, los equipos que le caen más antipáticos o, por ejemplo, la frecuencia con que se acude al estadio. Sólo un aspecto no será requerido: el de la filiación política. Colomé rechazó realizar el sondeo coincidiendo con la visita del Madrid para no encontrarse a más seguidores blancos que blanquiazules.
La investigación, cuya idea surgió en 1991 en Florencia durante una reunión del Instituto Europeo Universitario en la que se debatió el fenómeno de la violencia en el fútbol, aspira a recabar datos trascendentes como los que han aportado otros estudios. Alessandro dal Lago, de la Universidad de Milán, se infiltró durante meses en la peña ultra del Milan, Fossa di Leoni (la fosa de los leones), y concluyó que la mayoría de sus miembros eran profesionales, liberales o universitarios que utilizaban el fútbol como terapia antiestrés.
Otra investigación, la del profesor Cristian Bromberger, confirmó que el Marsella actuaba como vehículo de integración social entre la población de origen magrebí al reunirse en uno de los goles del estadio. Y otra explicó cómo se frenó en Escocia la barbarie de los hooligans: cerrando los bares próximos a los estadios para evitar que el alcohol aumentase su agresividad.
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