La NBA consigue que se firme un alto el fuego

La NBA volvió a ponerse en cabeza. Para inmunizarse del virus que afecta a los grandes deportes profesionales -el béisbol y el hockey sobre hielo sufren las consecuencias de una huelga-, jugadores y clubes alcanzaron un importante acuerdo de principio: han de discutir el convenio salarial pero, entre tanto, se comprometen unos a no ir a la huelga y los otros a no cerrar las empresas. El acuerdo, sellado en la noche del miércoles justo cuando algunos diarios divulgaban el rumor de un cierre patronal, permitirá un tranquilo comienzo de la competición el próximo 4 de noviembre.

"Nunca tendremos una huelga ni un cierre patronal", advirtió el comisionado de la NBA, David Stern, a los presidentes de los clubes el pasado 5 de octubre. "Sabemos lo que eso significa y esas armas no deben ser puestas en acción". Entretanto, y debido a que el convenio caducó con el final de la pasada temporada, los jugadores mantienen un par de recursos en los tribunales a la espera de una sentencia favorable.

La NBA consigue así desmarcarse del ambiente de tensión que inunda el deporte profesional en Estados Unidos. La Liga de béisbol inició su huelga el 12 de agosto y los clubes decidieron en septiembre dar por terminada la temporada, lo que ha originado numerosas pérdidas y despidos, aún sin cuantificar. La Liga de hockey sobre hielo, que estaba empezando a subir en audiencia entre el público juvenil, no empezó, también por huelga, el primer domingo de octubre.