La náufraga francesa dice que superará la pérdida de su esposo y su hija
No hay esperanzas de hallar a la pequeña
Dos aviones rastrearon ayer infructuosamente la costa gallega en busca de la pequeña Gaella Huyghe, de cinco años, que desapareció el pasado jueves cuando se intentaba su rescate, después de haber permanecido 15 días a la deriva en una lancha salvavidas junto a su madre. Pero ya casi nadie tiene esperanzas de hallar con vida a la niña. Ni siquiera su madre, que ya sólo espera "salir de ésta", según ha revelado a sus familiares.
Louise Longo, una decoradora de 36 años, confesó ayer a su familia, que da a la niña por perdida aunque señaló con entereza que espera superar el trauma sufrido.Louise continúa ingresada en el hospital Juan Canalejo de La Coruña, donde se recupera favorablemente de sus heridas, aunque permanece bajo los efectos del choque psicológico que le produjo la desaparición de su hija y la muerte de su marido, Bernard Huyghe, con cuyo cadáver convivió durante tres días a bordo del bote salvavidas.
La mujer fue ingresada con desnutrición e hipotermia. Los médicos confían en que pueda ser dada de alta mañana mismo.
La mujer no desea realizar declaraciones a los periodistas e incluso pidió que no se permitiese tomarle fotografías. Ayer recibió la visita de su hermano Paul y la esposa de éste, quienes agradecieron a los informadores su interés, pero señalaron para justificar la actitud de Louise: "Los aspectos más duros de lo ocurrido, prefiere no rememorarlos".
Entereza
Sin embargo, de las declaraciones de la familia parece desprenderse que, a pesar de la tragedia vivida, la mujer conserva una relativa entereza. "Ella dice que ha sobrevivido físicamente y que ahora sólo piensa en sobrevivir también psicológicamente. Nos ha dicho que tiene que superar el choque que sufre y que confía en salir de ésta", declaró Paul Longo. "Sobre la niña", agregó, "ha dicho que ya no es posible que aparezca".Louise Longo y su hija fueron halladas el pasado jueves por un mercante ruso a unas 120 millas al noroeste de La Coruña. A la pequeña se la llevó el mar cuando los tripulantes del buque trataban de rescatarla. Madre e hija habían pasado 15 días a la deriva abrazadas sobre la lancha.
Los tres miembros de la familia Huyghe sufrieron un accidente entre los pasados días 5 y 8 cuando navegaban en su yate a la altura de Finisterre, a causa de un golpe de mar. El agua destrozó los cristales de la cabina del Jan Van Gent, la embarcación de 12 metros de eslora de la familia Huyghe, y los fragmentos de vidrio hirieron gravemente a Bernard.
A la deriva
La familia decidió entonces abandonar la embarcación y echar al agua uno de los botes hinchables. No cogieron más provisiones que unos pasteles mojados. Bernard sangraba y, al poco tiempo, comenzó a delirar.Tras tres días de agonía, Bernard murió, y Louise tuvo que arrojar su cadáver al agua para impedir que su peso hiciera zozobrar la frágil balsa hinchable. Madre e hija sobrevivieron bebiendo el agua de lluvia que quedaba recogida en la balsa. El mar se tragó a la pequeña ante los ojos de los marineros rusos que intentaban rescatarla.
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