Arzalluz: "No conseguirán lo que no logró Franco, que bajemos la cabeza"
Xabier Arzalluz quiso librarse de la cruz de xenófobo que se le puso por sus referencias a los negros y el euskera. El líder del PNV aseguró anoche en Barakaldo, (Vizcaya) que no pregunta a nadie de dónde es, y que "la caverna, y no sólo la caverna", le ataca para obstaculizar los éxitos peneuvistas. Insistió en que el nacionalismo vasco sigue teniendo un enemigo, un- ellos que congrega a quienes pretenden "domesticar" al PNV para que renuncie a la autodeterminación. "No van a conseguir lo que no consiguió Franco: que bajemos la cabeza". "No consiguió Franco domarnos, ¿y nos van a domar éstos?".
El presidente del PNV dibujó ante un auditorio multitudinario en Barakaldo, en el corazón de la margen izquierda de la ría del Nervión, la zona de Vizcaya más reacia al nacionalismo vasco, la imagen del vasco altivo y orgulloso, que no se achanta y sigue trabajando.A ese vasco arquetípico lo igualó a los nacionalistas, que si resistieron "40 años bajo la bota de Franco", conociendo "paredón, viudas y huérfanos", no van a doblegarse ahora ante el "nacionalismo español", que pretende domesticar y asimilar a los peneuvistas y que renuncien a una de sus señas de identidad fundamentales: la reivindicación del derecho de autodeterminación.
Como el domingo en Basauri -y usando los mismos chistes y ejemplos-, Arzalluz criticó a un nacionalismo español que para él es más intransigente que la imagen que se da del nacionalismo vasco.
Arzalluz quiso resolver la polémica abierta por unas palabras suyas el pasado sábado sobre la raza negra y el euskera. El presidente nacionalista se quejó de que se le ataca de forma brutal, cuando él sólo quería decir que lo de menos es de dónde viene una persona si aprecia y aprende el euskera.
Para el líder nacionalista, la campaña que se ha "armado" contra él tiene una intención evidente: parar al PNV y que no crezca su respaldo electoral y el aprecio de los vascos por él, que ejemplificó citando datos de una encuesta del CIS. En todas las preguntas de este sondeo, el PNV quedaba situado muy por encima de las demás formaciones.
El líder nacionalista se empleó a fondo contra José María Aznar y, sobre todo, contra Julio Anguita, a quien tildó de 1eninista no debidamente reclasificado". Reconoció que "muy probablemente", después de los comicios del próximo domingo, se repita la coalición de gobierno entre su partido y los socialistas, y dejó en manos de éstos el decidir si quieren que sea así. Por parte del PNV, si los socialistas no quieren una nueva coalición, los nacionalistas tendrán que gobernar "con quien sea".
Horas antes, el candidato peneuvista y actual lehendakarí, José Antonio Ardanza, también había acudido a la margen izquierda del Nervión para transmitir a los representantes de los centros regionales de Vizcaya un mensaje de cohesión social de todos los que viven en Euskadi, lo que hizo compatible con una defensa radical de los postulados de Arzalluz. Ardanza acusó a la prensa de tergiversar las declaraciones. de Arzalluz cuando se refiere a los ciudadanos de raza negra o al nacionalismo "feroz" español.
"Lo que dice Arzalluz es que aprecia en la gente sus valores, no el color de la piel", explicó el lehendakari. "Debemos aceptar que éste es un país plural, en el que se respetan las diferencias y donde todo el mundo se siente cómplice".
El presidente vasco reiteró que la intención de Arzalluz fue distorsionada al repetirse por los medios de comunicación. "Lo que dice no es racista", añadió. Ardanza desveló que para evitar tergiversaciones de sus palabras él ya no improvisa en los actos electorales, y se limita a leer los folios que lleva escritos.
El PNV invitó a asistir a un almuerzo en el Centro Gallego de Barakaldo -situado en el corazón del barrio de Arteagabeitia, donde la mayoría de la población procede de Galicia- a cerca de 50 representantes de las casas regionales asentadas en Vizcaya.
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