ZAFIROS Y DIAMANTES PARA IVANA

Ivana Trump, la ex mujer del multimillonario americano Donald Trump, que pagó uno de los divorcios más caros de la historia (2.200 millones de pesetas), se vuelve a casar. Dice que para tener energía necesita un hombre. Y para anunciar su compromiso, celebró una fiesta, que le costó 12 millones de pesetas, en el castillo de su amigo el duque de Northumberland, la Syon House, cerca del aeropuerto de Heathrow. La ex Trump, una antigua modelo de origen checo, se enfundó en su vestido de terciopelo y raso dejando lucir un hombro, y abrió las puertas de la mansión georgiana a sus invitados, vestidos de la más rigurosa etiqueta, a os que se les pidió llevasen joyas "de verdad". Para tan memorable ocasión, a la que asistieron 120 comensales y 170 invitados, no se negó un solo capricho: las sillas, de pan de oro, fueron tapizadas en zafiros y seda salvaje, el presupuesto en vino por cabeza no descendía de 50.000 pesetas y una docena de chefs prepararon la deliciosa cena a base de salmón y codorniz estofada con foie-gras. El tema de la fiesta fue: "Zafiros y diamantes", haciendo sin duda referencia al anillo de compromiso, valorado en 200 millones. Un zafiro ovalado de Borneo, rodeado de diamantes, que Ivana lucía. El generoso novio es el millonario italiano de 51 años, también divorciado, Ricardo Mazzuechelli, quien, contando cómo se conocieron en Londres durante una cena, declaraba que había sabido desde el primer momento que "era para él". Las legendarias fiestas que organizaba la fabulosa princesa Thurm und Taxis en sus castillos alemanes, en las que hacía diseñar las vajillas a pintores como Keith Haring, llevaba a cantar a Michael Jackson y hasta ella misma bajaba en un columpio hasta el centro del salón disfrazada de María Antonieta, no ensombrecerían las de la entusiasta Ivana, que, cuando se enamora, lanza cheques por las ventanas.-