Bebeto se redime en Riazor

Bebeto vuelve a reinar en La Coruña. Bastaron 45 minutos para borrar de la memoria tres meses de desescuentros e incomprensiones. Regresó Bebeto y con él Riazor se empapó otra vez de la sensación de que con este hombre todo es posible. Ni siquiera importó que le faltase rematar la faena porque él solo levantó un partido que se había puesto negro para los coruñeses. Perdió un punto el Deportivo pero puede estar feliz por haber recuperado a su estrella. El Español no defraudó en la primera parte y dedicó la segunda a resistir la avalancha.La alineación inicial habló por Arsenio: el técnico no está dispuesto a consentir a Bebeto ni un gramo de esfuerzo menos que al resto de sus futbolistas. Aunque el brasileño se había autocolocado el día anterior en el equipo inicial, el entrenador no se dejó intimidar y le condenó al banquillo, en una nueva apuesta por la opción Salinas. El brasileño tuvo, al menos, el consuelo de la indulgencia del público, que le recibió con muchos más aplausos que pitos. Entonces nadie podía sospechar que Bebeto iba a ser el hombre de la noche.

El Deportivo tuvo el balón pero fue demasiado previsible en su manejo. Sólo Fran y ocasionalmente Manjarín mostraron imaginación para superar a un rival algo miedoso, pero con una magnífica estructura. En ciertos aspectos (defensa en zona, porte elegante) el Español parece un equipo contradictorio con el carácter sanguíneo de su entrenador. Pero no le falta su vena irascible.