Suprimidas las subvenciones anticipadas al cine

Alborch anuncia en San Sebastián que sólo habrá adelantos para directores noveles

El público será quien decida a quien va a parar el dinero. El cine español ya no se beneficiará de más adelantos. Sólo los nuevos realizadores -con un máximo de tres filmes- y las obras de especial interés se beneficiarán de las subvenciones anticipadas, según anunció ayer la ministra de Cultura, Carmen Alborch. Al resto de los proyectos se les aplicarán las ayudas automáticas por recaudación en taquilla, hasta un tercio del coste y un máximo de 100 millones. El actual presupuesto del Fondo de Protección a la Cinematografía destinaba 1.800 millones a las subvenciones anticipadas, de un total d...

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El público será quien decida a quien va a parar el dinero. El cine español ya no se beneficiará de más adelantos. Sólo los nuevos realizadores -con un máximo de tres filmes- y las obras de especial interés se beneficiarán de las subvenciones anticipadas, según anunció ayer la ministra de Cultura, Carmen Alborch. Al resto de los proyectos se les aplicarán las ayudas automáticas por recaudación en taquilla, hasta un tercio del coste y un máximo de 100 millones. El actual presupuesto del Fondo de Protección a la Cinematografía destinaba 1.800 millones a las subvenciones anticipadas, de un total de 3.200.

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El anuncio de la ministra de Cultura contó en la sala del hotel María Cristina de San Sebastián con una presencia de excepción la cineasta Pilar Miró, responsable del decreto-Miró que instauró en 1983 las subvenciones anticipadas, suprimidas ayer. Con este nuevo sistema, que entrará en vigor a finales de este mismo mes de septiembre, a las películas españolas que recauden en taquilla 30 millones de pesetas el Ministerio de Cultura les subvencionará con un tercio del total del coste de dicho filme. Si se trata de filmes dirigidos por nuevos realizadores, la cifra de 30 millones se rebaja a 20 millones. Estas ayudas se suman al 15% de la recaudación en taquilla que reciben todos los filmes y que continua vigente. El Ministerio de Cultura ha puesto la cifra de 100 millones de pesetas, sumados ambos conceptos, como tope para que una película reciba subvención estatal.El coste medio de un filme español se sitúa entre 150 y 200 millones de pesetas y, según cálculos de la Academia de Cine, los 30 millones exigidos para obtener el tercio del coste de la película suponen 50.000 espectadores, cifra fácil de conseguir para una cinta con cierto gancho comercial.

Paralelamente a esta medida la ministra no quiso utilizar en ningún momento el término de supresión de las ayudas, sino que se refirió siempre al de restricción-, Cultura duplicará la cifra del Fondo de Garantía -de 800 millones pasará a 1.600 millones- Esto permitirá que los productores accedan a líneas de créditos rápidas y blandas. Según datos del ministerio, los 1.600 millones de pesetas tendrán un efecto multiplicador que alcanzará los 5.000 millones en créditos.

"Con esta medida, cumplimos con uno de los objetivos prioritarios del ministerio y que han provocado mayor impacto social", explicó Carmen Alborch, quien señaló que, a partir de ahora, las ayudas se otorgarán "en función del interés del público". Alborch señaló la objetividad que esta nueva política de ayudas introduce en la cinematografía española. Sin embargo, la ministra no ocultó su preocupación por el hecho de que este tipo de ayudas beneficie exclusivamente al cine comercial en detrimento de proyectos con cierto nivel cultural. "Tenemos confianza en que no se produzcan esos efectos. Sería un crimen que filmes, como por ejemplo El sol del membrillo, de Víctor Erice, no tuvieran ayuda de la Administración", señaló.

Carmen Alborch mostró su satisfacción ante los datos económicos del sector cinematográfico. La ministra dijo que de los 28.000 millones de pesetas recaudados en 1990 se ha pasado a los 40.000 del ejercicio del año pasado y, que el incremento de los espectadores ha sido espectacular. Esto se ha producido por la significativa renovación de las salas de cine de exhibición y al fortalecimiento de las infraestructuras de distribución.

El anuncio de la nueva política cinematográfica provocó distintas reacciones en los sectores del cine, presentes todos ellos en los pasillos del hotel María Cristina. Para el presidente de la Federación de Asociaciones de Productores Audiovisuales Españoles (FAPAE), Pedro Pérez, supone un paso muy positivo para "devolver la industria a los industriales". "Los mecanismos financieros pemitirán que sean los productores quienes planifiquen cuando se comienza el rodaje un filme y cuando se estrena, sin tener que depender de los trámites administrativos", dijo Pérez, quien se mostró seguro que esta medida permitirá en el plazo de. uno o dos años un importante incremento en la cuota de mercado de cine español en las salas de nuestro país.

Para Pilar Miré, el cambio, en principio, le parece aceptable, porque considera que el decreto que ella puso en marcha siendo directora del Instituto de las Artes y las Ciencias Cinematográficas (1CAA) estaba devaluado. Según Miró, este decreto respondía a un momento muy concreto y era previo a la entrada de España en la Unión Europea. "Cualquier cambio radical me parece bueno, aunque no creo que este adjetivo se le pueda aplicar al anuncio de la ministra de Cultura, y, además, este país, para bien o para mal, ha cambiado mucho desde el 83 al 94", señaló Miró.

Gerardo Herrero, productor y director de cine, no sólo se mostró partidario del cambio, sino que fue más allá al afirmar que "los filmes que no recauden un mínimo de 30 millones de pesetas no merece la pena que se hagan, salvo en casos muy especiales". Herrero y Pedro Pérez coincidieron en señalar que es relativamente fácil conseguir en taquilla 30 millones de pesetas.

La presencia en San Sebastián de la ministra de Cultura ha conseguido algo insólito en el certamen de cine donostiarra de este año: convertirse en la persona que más autógrafos ha firmado a los miles de niños que pululan por el palacio del Festival y que las cámaras de TVE hicieran su aparición. La televisión estatal ha vetado la mayoría de las informaciones de esta edición del festival. Alborch se limitó a decir que el domingo intentó ponerme en contacto telefónico con el director de RTVE, Jordi García Candau, "cosa que no ha sido posible porque estaba en México".

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