Entre la incapacidad y la inoperancia

Se jugaba el Athletic mucho más que dos puntos frente al Betis: los parroquianos la fe y los oficiantes su credibilidad. La Catedral había discutido el cambio de liturgias, más proclive ahora a la monotonía que a la inspiración y demandaba frente al Betis un severo propósito de enmienda. El intento se quedó en acto de contricción, más corajudo que bello, un cambio de decorado para repetir una historia conocida.Ni una sola ocasión de gol elaboraron los contendientes hasta que Garitano se sacó un friqui en un libre directo que rompió la monotonía. El Athletic parecía decidido a recuperar su asignatura pendiente, los libres directos que irritaban a Heynckes e Irureta ha solventado en cuatro días. Que el Athletic sólo marca de falta lo demostró su incapacidad para hacerle un gol.

El Betis lo tenía imposible porque desde medio campo los goles están reservados a las figuras y el Betis no dispone de tales inquilinos. Resulta dudoso creer que tras el descanso Serra Ferrer ordenara adelantar algunos metros a su equipo. En cualquier caso, Josete disipó las dudas con una expulsión absurda ratificada después más absurdamente por Ríos. El Athletic demostró una gran incapacidad ofensiva frente a un rival disminuido incapaz ante el gol.