Chiappucci revive en la Volta

J. SLa vieja guardia planea sobre la Volta. El italiano Claudio Chiappucci (Carrera) y los españoles Pedro Delgado (Banesto) y Laudelino Cubino (Kelme) monopolizaron la etapa reina y pusieron precio al triunfo en la carrera catalana, al que, ahora y en teoría, sólo ellos y Fernando Escartín (Clas Mapei) pueden optar. La inédita ascensión a la estación invernal de Boí-Taüll (Lérida) despojó del liderato y despidió de toda opción a Abraham Olano (Clas Mapei), de 24 años, que no resistió las primeras y más duras rampas y dejó sin opción al suizo Alex Zülle, que quemó sus naves antes de que se iniciaran los kilómetros decisivos en una aventura que ni siquiera le sirvió para proyectar a alguno de sus compañeros en el equipo ONCE.

La montaña emitió su veredicto en favor de las figuras más contrastadas de la carrera. Algunos, intrépidos y con agallas, iniciaron los fuegos artificales desde lejos. A 50 kilómetros de la llegada Iñaki Gastón se fue, y con él Zülle. Ambos hicieron la ascensión al alto de Perbes, de primera categoría, con medio minuto de ventaja sobre el pelotón principal. Se les unieron también García Carnacho (Kelme) y el italiano Massimo Donati (Mercatone). Pero Melcior Mauri se puso a tirar del pelotón en una intensa tarea en beneficio de su jefe de filas, Pedro Delgado.

Nada más empezar las primeras estribaciones de las rampas de 13 kilómetros que conducían a la meta de Boí-Taüll, a más de 2.000 metros de altura, Zülle se desfondó. El suizo realizó una labor que podía haber beneficiado a algunos de sus compañeros de equipo, como el belga Johan Bruynel, el colombiano Oliverio Rincón o el holandés Erik Breukink. Pero ninguno de ellos tuvo fuerzas suficientes para tomar el relevo.

Fue entonces, a 10 kilómetros de la llegada, cuando Chiappucci aceleró el ritmo. Se produjo una primera selección de una docena de corredores. Luego, bajo el ritmo constante que impuso en todo momento, Cubino, se fueron descolgando varios componéntes del grupo. Al final, tan sólo tres aguantaron el ritmo de Cubino: Delgado, Chiappucci y Escartín. Ya a sólo 300 metros, Delgado hizo un amago. Chiappucci respondió con contundencia y tomó la iniciativa. Delgado se quedó cerrado en la última curva, aunque mantuvo el tipo. Pero ni él, ni Cubino, ni Escartín pudieron impedir el triunfo del jefe de filas del Carrera.

Hoy se disputa la quinta etapa, entre el balneario de Caldes de Boí y Lérida, de 188 kilómetros, prácticamente en llano. La carrera presumiblemente se decidirá el miércoles en la última etapa, una contrarreloj de 15,6 kilómetros en Sant Feliu de Guíxols. Chiappucci, Delgado, Escartín y Cubino, sobre el papel, son ahora los únicos que tienen opción al triunfo al final de una carrera que ayer abandonó el italiano y ex ganador del Giro Franco Chioccioli.