El Celta se lleva un punto del Carlos Belmonte entre silbidos

Durante toda la semana tanto Aimar como Suárez habían anunciado que los dos puntos en liza eran muy importantes para comenzar bien la campaña 94-95. Al final, reparto justo en el Carlos Belmonte.La primera parte se caracterizó por el contragolpe de los dos conjuntos, si bien ni uno ni otro lograron hacer las delicias del público. El Albacete intentó durante los primeros 45 minutos romper la férrea defensa gallega, pero en muy pocas ocasiones lo lograron.

El Celta, sin embargo, tuvo en sus hombres un gran contragolpe, aunque en muchas fases del primer periodo se vio superado por el Albacete. El conjunto de Carlos Aimar no tuvo demasiadas ocasiones ante Balaguer. Su oportunidad más clara la supieron aprovechar. en el minuto 42, cuando Uribarrena, de cabeza, lograba el gol.

Eso supuso que Luis Suárez moviera más sus piezas y dio entrada en el terreno de juego, al comienzo de la segunda mitad, al juvenil Fernando Moriente. El futbolista de Sonseca estuvo muy activo y provocó la jugada del penalti, que materializó Salazar.

Todo el segundo tiempo fue de dominio manchego y el conjunto vigués se limitó a contragolpear creando muy poco peligro. Salazar, el mejor hombre del encuentro, enviaba balones a los puntas, pero en muchas ocasiones los defensas de Aimar abortaban los intentos del Albacete.

Donde sí hubo guerra, batalla de nervios, fue en los banquillos. Durante todo el encuentro tanto Suárez como el técnico visitante no pararon de dar instrucciones a sus hombres, el primero insistíaa en jugar al ataque, el segundo quería que sus hombres se mantuvieran sólidos en defensa y salieran a la contra. Los futbolistas obedecieron a sus técnicos, ya que el Albacete intentó el fútbol ofensivo y el Celta demostró tener una gran retaguardia.

El conjunto manchego fue despedido con silbidos por parte de su público, ya que los aficionados eran conscientes de que este encuentro era muy importante para poder afrontar las próximas jornadas ante Betis y Real Madrid. Por su parte, el Celta se marchó a Galicia con un punto en sus maletas que de cara a sus próximos enfrentamientos va a resultar vital.