Vuelve Chanquete

¡Que ni el viento la toque ... !", exclamaban cómplices los niños que, cogidos de la mano, corrían por las playas de Nerja para celebrar que Beatriz era un mujer. "¡Nos nos moverán!", cantaban orgullosos los chavales en una sentada para impedir que la especulación acabara con el barco-casa de Chanquete... Corría el año 1981 y Televisión Española obtenía uno de los mayores éxitos de su historia gracias a la serie Verano azul (comenzó a emitirse el domingo 11 de octubre de aquel año, a las 16.05). Su artífice, no podía ser otro: Antonio Mercero. Trece años más tarde, y tras varias reposiciones, esta serie de quince episodios vuelve a TVE-1 en horario matinal (a las 12.05 horas).Mucho ha cambiado España y mucho más ha variado el panorama televisivo desde que se emitiera, por primera vez, Verano azul. De hecho, de repetirse un fenómeno como aquel, jamás ningún directivo de televisión permitiría la muerte, en el último episodio, del mito protagonista. Porque la muerte de Chanquete -mucho más que el tiroteo de J. R. en Dallas, el estrangulamiento de Joan Collins por John Forsythe en Dinastía o el terremoto que casi mata a Chu Li en Falcon Crest- copó todas las audiencias, provocó el trauma a una generación de españolitos (el alcalde de Nerja llegó a poner un crespón negro en la bandera que ondea en el Ayuntamiento). y acabó de golpe con una gallina de huevos de oro macizo.

El fenómeno llegó también a encasillar al gran actor valenciano Antonio Ferrandis (incluso en la carpeta del departamento de documentación de este periódico figura, junto al nombre real, el del personaje; algo insólito) en papeles tiernos, cariñosos y paternalistas como el inolvidable Chanquete. La figura del actor, con el pantalón arremangado ("como para ir a regar", que se dice en Valencia) y la gorra de marino, o sea, bien caracterizado, figura en el Museo de Cera de Barcelona. Para que se hagan una idea de la pesadilla de esta popularidad, en una entrevista publicada en 1983 por La Gaceta Ilustrada, el nombre del actor ni siquiera figura. El titular: "Chanquete. Volver a vivir en Madrid".

En 1982, abrumado por la acogida de la serie, Antonio Mercero aseguraba: "No sé si ahora me atrevería a matar a Chanquete". Y, también, "lo importante es que hemos dejado un buen sabor de boca. Nunca me gustaron segundas partes y creo que Verano azul ha sido un ciclo con un principio y un final justos".

El realizador ha traicionado esas palabras con las interminables entregas de Farmacia de guardia, desde hace más de tres años en Antena 3. Televisión. El éxito de esta telecomedia amenaza con permitirnos ver las peripecias de nietos y bisnietos de la farmacéutica interpretada por Concha Cuetos.

El sistema producción y la propia competencia por la audiencia han provocado un acercamiento del proceso de creación de las series españolas a la de la industria norteamericana. De momento, salvo excepcione , el vídeo se ha convertido en protagonista. Rodar en cine encarece el producto y también envejece peor. Un vistazo a la reposición de Tristeza de amor, en TVE-1, basta para observar el deterioro de la emulsión y la fotografía.

Ahora, las telecomedias comienzan a emitirse mucho antes del final de la grabación de toda la serie. De esta forma se prueba el éxito de un personaje y se le da más cancha o se le suprime de golpe si la cosa no funciona. Así, por ejemplo, está funcionando con Canguros, en Antena 3, serie en la que se ha realizado una criba de. guionistas hasta contar con los dos más profesionales. Incluso se puede jugar con la actualidad, como hicieron los protagonistas de Los ladrones van a la oficina, en Antena 3, durante la crisis del Banco de España.

La próxima temporada habrá, por primera vez, un caso de sustitución de actores en una serie de éxito. Tras la marcha de Juan Echanove en Hermanos de leche, también en Antena 3, la productora ha decidido usar el talonario para fichar a El Gran Wyoming. Al parecer, se está valorando la posibilidad de arrancar la segunda tanda de la serie con el entierro del personaje de Echanove tras un accidente y la aparición de Wyoming, recién operado, en la piel del renovado protagonista. Con esta experiencia, la industria audiovisual española estaría al mismo nivel creativo de los autores del secuestro de Pamela por unos extraterrestres en Dallas.