"Apostamos por un pacto de Estado para aprovechar la recuperación"
No ha cambiado sus costumbres en el primer verano como líder sindical. Cándido Méndez, con 42 años y la responsabilidad de la secretaría general de la UGT, le sigue gustando viajar como los caracoles, con la casa a cuestas.Pregunta. ¿Este año también ha ido de tienda de campaña?
Rrespuesta. Sí, he estado once días en, el Parque del Cabo de Gata.
P. Viaja así ¿por la independencia? ¿porque es barato?
R. Por la movilidad. Los campings ya no son tan baratos.
P. ¿Pagaría por usar el camino de acceso a una cala?
R. No. Ni un duro.
P. Cuando ve al SOC incordiándole las vacaciones a Felipe González en Doñana ¿le parece mal o no demasiado mal?
R. Me parece bien, porque cualquier trabajador que considere que se debe movilizar lo debe hacer con independencia de la fecha del año y del rango del destinatario de su protesta.
P. ¿Cómo son las relaciones entre usted, que suele rehuir la crispación, y Alfonso Guerra, que tiene facilidad para provocarla?
R. Son cordiales. Creo que podemos tener muchos puntos en común, aunque cada uno se exprese de forma diferente.
P. ¿En qué coinciden?
R. Quizá en creer que el PSOE debía robustecer sus señas de identidad, sin petrificarse, y presentarse más nítidamente como un partido de izquierda. De izquierda moderada, pero de izquierda. Pero eso es un problema del PSOE. Bastantes problemas tiene UGT como para enredarse en ese debate.
P. Usted, como militante del PSOE ¿tiene un candidato para suceder a Felipe González?
R. En este momento, el PSOE no tiene ningún otro candidato mejor, no se puede permitir el lujo de prescindir de su líder.
P. ¿El sucesor de Felipe González es Felipe González?
R. En este momento yo creo que no hay otro.
P. Y eso ¿no le parece que es un problema, que el propio González debía afrontar?
R. Puede ser uno de los grandes errores. Nadie puede pensar en autoperpetuarse. El partido debía expresar que ese sistema no funciona, y que puede entrar en un callejón sin salida.
P. ¿El Gobierno se ha dado ya cuenta de que él sí tiene un contrato temporal?
R. Creo que sí. Y espero que sí, porque obedece a la realidad. El Gobierno debería prestar muchísima atención a cómo administra el tiempo que le queda.
P. Ha habido un tiempo en que Izquierda Unida parecía ver en UGT un aliado para hacer oposición. ¿Eso se ha acabado?
R. La UGT se va a centrar en hacer sindicalismo. Y mi propósito es que cuando haya elecciones mantengamos una distancia respetuosa y alejada de la confrontación partidaria. Los protagonistas son los partidos. No vamos a jugar a ser el aliado de nadie ni la tenaza en contra de nadie, se trate de partidos o del Gobierno.
P. El ministro de la Presidencia ha lanzado a UGT y a CC OO una invitación formal para negociar en septiembre.
R. Lo que el Gobierno ha hecho ha sido aceptar una propuesta lanzada por los sindicatos, y en particular UGT: buscar unos puntos que sean susceptibles de negociación y acuerdo, y que permitan restituir la confianza entre Gobierno y sindicatos. En los puntos que el Gobierno ha escogido yo creo que es posible un acuerdo. Por ejemplo, sobre. sueldo de los funcionarios.
P. ¿Y qué subida de sueldo piden ustedes?
R. Para 1995, como mínimo el mantenimiento del poder adquisitivo. Pero lo fundamental es intentar un acuerdo plurianual que se restañen las pérdidas de poder adquisitivo de los dos últimos años. Y yo creo que también se puede llegar a un acuerdo sobre la ley de salud laboral, para impulsar la formación continua y para estimular algunos sectores industriales. Acuerdos modestos pero que contribuirían a dar confianza a la población, a los inversores. El Gobierno es hoy excesivamente optimista. Nosotros consideramos que la recuperación todavía no tiene la suficiente solidez.
P. ¿No cree que los sindicatos pueden tener una actitud más constructiva y, en vez de relativizar cada avance, buscar la manera de aprovechar la recuperación?
R. Es verdad que nosotros tendríamos que dramatizar menos, y el Gobierno tendría también que rebajar su tono triunfa lista. Lo que está creando trabajo es la mejora de la coyuntura económica. Pero el empleo crea do es precario. Un crecimiento perdurable exige apostar por la estabilidad en el empleo.
P. En marzo decía que la reforma laboral no iba a crear empleo. ¿Sigue pensando lo mismo?
R. El Gobierno sabe que en las cifras sobre descenso del desempleo hay algo de artificio, porque lo que antes era un empleo fijo ahora figura como dos o tres empleos temporales. Las cifras sobre desempleo es uno de los terrenos en los que debíamos intentar una tregua. Pero, sobre todo, tendríamos que buscar un gran pacto en torno al diagnóstico de la situación económica y de qué hacer para conseguir la máxima recuperación económica No hablo de un pacto por escrito, ni firmado, sino de apostar por un pacto de Estado, por aunar criterios, aun sabiendo que luego habrá contradicciones entre Gobierno y sindicatos, entre sindicatos y empresarios.
P. ¿Qué diferencia hoy a UGT de Comisiones Obreras?
R. Nuestra gente ha puesto tradicionalmente más énfasis en la negociación que en la movilización. Hacia el futuro, los matices van a ser sutiles y probablemente estén relacionados con la oferta de servicios que haga uno y otro sindicato.
P. El Gobierno pagó mucho más caro de lo que preveía el caso Roldán y el caso Rubio. ¿No teme que UGT pague muy caro el caso PSV en las próximas elecciones sindicales?
R. UGT está pagando muy caro en términos económicos y de imagen el caso PSV Ya no cabe llorar sobre la leche derramada. Lo que hay que hacer es construir las casas. Hasta que no se entregue la última llave, UGT, no va saldar la deuda con los cooperativistas. Pero en las elecciones sindicales se enjuicia sobre todo la labor de los representantes en los centros de trabajo. En ese terreno UGT conserva un enorme prestigio de dedicación y honestidad.
P. ¿La mejor forma de borrar la mancha de PSV, además de construir las casas, es demostrar que UGT logra mejoras en acuerdos con el Gobierno?
R. Efectivamente, unos buenos acuerdos estimularían la participación en las elecciones sindicales y amortiguarían las consecuencias del caso PSV.
P. ¿Usted es ce los que quiere engordar la financiación. de los sindicatos con dinero de los Presupuestos públicos?
R. Lo más lógico es abrir a la participación sindical la gestión de aquellos aspectos de la política del Estado que afecta a los trabajadores. Por ejemplo, la gestión de las pensiones y del subsidio de desempleo. Habría que abordar experiencias piloto en ese terreno y avanzar con prudencia.
P. A un hombre negociador y paciente como usted ¿le costará más lanzarse a la convocatoria de huelgas generales?
R. Si hubiera que convocar esa movilización estaría dispuesto a arrostrar la responsabilidad, sin ningún problema. Lo que pasa es que últimamente se ha identificado movilizaciones con huelga,general. ¡No sé por qué!
P. Ese no es el camino por el que usted quiere ir.
R. Yo quiero avanzar por el camino de la negociación.
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