El Madrid se mantuvo vivo con 10
Un gol de Zamorano da a los de Valdano la victoria sobre el Deportivo
El Real Madrid se adjudicó el torneo más prestigioso de la pretemporada, ante un Deportivo que mereció mejor suerte por su dominio en el segundo tiempo. Un gran gol de Zamorano, en posición dudosa, permitió al Madrid imponerse cuando jugaba peor y se encontraba mermado por la expulsión de Luis Enrique. Su mayor mérito fue mantenerse vivo y aprovechar su única ocasión del segundo tiempo.El partido tuvo destellos de gran calidad aunque, como es normal en pretemporada, hubo algunos bajones en la intensidad del juego. Arsenio demostró sus intenciones con una alineación en la que faltaban algunos titulares. El técnico gallego no quiso forzar a jugadores como Salinas y Boro con dos partidos en 24 horas. La solitaria presencia de Manjarín en el ataque dejaba claro que el Deportivo no iba a arriesgar más de lo estrictamente necesario.
El Madrid tomó el mando desde el principio. No creaba mucho peligro, pero su defensa se bastaba para mantener a raya al Deportivo. Los escasos efectivos en ataque de los locales permitían que Quique y Lasa subieran la banda con peligro. En dos ocasiones sus centros pudieron terminar en gol, pero Michel y Zamosano no acertaron.
Laudrup, desde una posición más retrasada que la que ocupaba en el Barcelona, llevaba el peso del partido. El danés fabricó la mejor ocasión del Madrid en el primer tiempo con un gran pase a Alfonso que éste no supo culminar,
La respuesta del Deportivo al aviso fue inmediata. Manjarín cogió descolocada la defensa blanca y puso a Fran un balón en bandeja pero al capitán blanquiazul le falló la puntería. A pesar de ello fue el mejor hombre del Deportivo sobre el césped.
Tras el descanso cambió el panorama. El Deportivo comenzó a perderle el respeto al rival y salió dispuesto a resolver. En dos ocasiones casi consecutivas Cañizares tuvo que salir del área y enfrentarse en solitario a atacantes coruñeses. El Madrid notaba en exceso la recomposición de su defensa tras los cambios de Hierro, por lesión, y Sanchís.
El partido ganó en intensidad con un Deportivo cada vez más crecido y un Madrid que empezó a perder el sitio. Laudrup fue apagándose poco a poco y Redondo no acababa de tomar el mando. El problema para los hombres de Arsenio era la falta de remate. Seguramente Bebeto o Salinas hubiesen bastado para poner la rúbrica a un segundo tiempo notable.
. La expulsión de Luis Enrique parecía poner definitivamente el partido en el alero del Deportivo. Su dominio fue intensificándose. Pero en esto llegó una pérdida tonta de balón y Zamorano no perdonó.
Si la final tuvo su lado espectacular, el partido de consolación del torneo, por contra, no deparó un buen espectáculo. El Sampdoria y el Oporto se lo tomaron con calma y no emplearon la misma fuerza que en las semifinales. Ganaron los italianos por 2-1.
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