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Nueve incendios continúan activos

Una nueva víctima en Cataluña eleva a 23 la cifra de muertos de 1994 y las pérdidas suman 100.000 millones

El fuego no descansa. Tras la semana trágica de julio, las llamas han renacido y han situado al litoral mediterráneo español, de Cataluña a Cádiz, en "peligro extremo", según el Icona. Los incendios de Yeste (Albacete) y de las islas de La Palma (Canarias) y Mallorca (Baleares) completan un cuadro catastrófico. Y ayer el fuego se cobró otra víctima: el monje Agustín Corral, cocinero de la cartuja de Monte Alegre, en Badalona (Barcelona). El balance de 1994 es desolador: 23 fallecidos, 285.000 hectáreas calcinadas y 100.000 millones de pesetas de pérdidas. Nueve grandes incendios siguen activos.

Cinco días han bastado para que ardiesen 17.500 hectáreas en los incendios que se han declarado en Cataluña, Valencia, Catellón Albacete, Almería, Granada, Baleares y Canarias. Esto significa que en 1994 se han calcinado un total de 285.000 hectáreas, lo que supone que el territorio quemado hasta la fecha supera, ya la suma de lo ardido en los cuatro últimos años. De esta superficie, más de 160.000 hectáreas son zonas de arboleda, principalmente pinos, mientras que el resto son arbustos y matorrales. En 1993, se quemaron 25.590.En Barcelona, ayer estaban localizados tres grandes incendios en el parque natural de Montseny, en el Tibidabo y en Can Ruti. Las llamas podían verse desde el corazón de la capital catalana. En el fuego de Can Ruti se produjo ayer la última víctima de la cadena de incendios. El monje Agustín Corral, miembro de la congregación de la cartuja de Monte Alegre, donde convivía con otros 10 religiosos y dos seglares. El fallecido quedó atrapado dentro del edificio, cercado por las llamas.

En Andalucía, seguían activos los de Almería y Cazorla (Jaén). En la Sierra de la Calderona (Valencia), continuaban las labores de extinción de fuego, dificultadas por el viento de pomente. Al mismo tiempo, se inició un incendio en Casañet (Castellón), donde aparecieron tres focos, lo que hace sospechar que fue provocado. El fuego de Castellón se ha fundido con el de la Sierra Calderona y en Yeste (Albacete) las llamas han arrasado más de 6.500 hectáreas.

El incendio de la Alpujarra (Granada) fue sofocado el miércoles, después de devastar 2.100 hectáreas, al igual que el de La Cañada (Valencia), que obligó a desalojar de su domicilio a más de 20.000 personas.

Hasta la fecha, se han declarado este año 3.506 fuegos, de los cuales 45 han sido calificados como graves al haber arrasado más de 500 hectáreas cada uno. El Instituto para la Conservación de la Naturaleza (Icona) ha registrado más de 5.500 conatos.

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Origen de los incendios

Ricardo Vélez, jefe del área de incendios forestales de Icona, afirmó ayer que "las pérdidas económicas están entre los 90.000 y los 100.000 millones, de pesetas, no sólo por el valor de la madera perdida, sino por el daño ecológico y la reforestación".

Vélez explicó el origen de los incendios: "En primer lugar, los motivos naturales, como la terrible sequía que sufrimos desde hace años y el viento desfavorable que perjudica la extinción. Luego, las condiciones socioeconómicas. Es decir, el abandono del campo y del monte, que hace que crezcan los matorrales y se acumule la leña y la hojarasca; la ocupación del monte por la población urbana, que, pese a las a campañas educativas, tiene un nivel de conciencia del peligro bastante bajo, y, por último, las acciones criminales".

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