Brasil lavó su imagen

La selección de Brasil lavó, en cierta medida, la imagen ofrecida hasta ahora en los Mundiales de baloncesto al perder por 105-82 (48-36) ante la de los Estados, Unidos en un encuentro en el que los norteamericanos lograron una renta inferior a la esperada. Curiosamente, la única vez en que el pseudo-Dream Team machacó a sus rivales sin compasión fue ante China, los verdugos de brasileños y españoles, y compañeros de viaje de los estadounidenses en su lucha por el título mundial.Al igual que en los encuentros anteriores -y también en los posteriores-, la duda estribaba en saber el número de puntos por el que se impondría el equipo de Larry Nelson.

Brasil, cuestionada por sus derrotas en los dos encuentros anteriores y condenada a aspirar como máximo al noveno puesto, quiso demostrar que su nivel de juego no se corresponde con lo realizado hasta ahora y trató de rehabilitarse ante el Equipo de Ensueño a base de enormes dosis de concentración y lucha sin tregua.

En la primera mitad, Shaquille O'Neal, que no partió en el quinteto inicial, quiso resarcirse por ello y, con catorce puntos en una serie de siete y ocho tiros de dos puntos, además de ocho rebotes, desequilibró la contienda.

La derrota ya estaba apuntada en la clasificación de antemano, por lo que los brasileños centraron sus esfuerzos en evitar a cualquier precio una derrota escandalosa.

Sus aspiraciones quedaron colmadas, con el 105-82 final, con el que afrontan la fase de clasificación con una dosis de moral superior a la que atesoraban hasta hoy.

Del equipo norteamericano, que aún no ha demostrado la aplastante superioridad que se le suponía desde el inicio del campeonato, sobresalió una vez más la masa de carne, músculos y talento llamada Shaquille O'Neal, autor de 27 puntos.

Su última canasta, un mate después de recoger el balón enviado por él mismo a tabla en la culminación de un contraataque, supuso un espectacular colofón al encuentro, y un motivo de ilusión para lo que queda.