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La fiesta del Rey

Don Juan Carlos celebra su onomástica en Canarias rodeado de 1.500 invitados

Los Reyes lograron que anoche Canarias fuera el centro del país. Don Juan Carlos eligió las islas, y más concretamente el Real Club Náutico de Gran Canaria para celebrar su onomástica. El club, verdadera fábrica de campeones de la vela, acogió a lo más florido de la sociedad del archipiélago, al Gobierno -a excepción de Felipe González, Javier Solana y Pedro Solbes que se encontraban en Corfú (Grecia)-, y a protagonistas de la vida nacional como José María Aznar; el nuevo fiscal general del Estado, Carlos Granados, y su antecesor el herreño Eligio Hernández, que recibió una ovación del público a su llegada a la fiesta que sólo superó el líder del PP. Ana Botella, la esposa de Aznar, coincidió en el color del vestido con la Reina: ambas eligieron el rojo.Don Juan Carlos, doña Sofía y las infantas Elena y Cristina, que recibieron el homenaje de todos y cada uno de los más de 1.500 invitados, terminaban con la recepción una apretada jornada. Por la mañana habían inaugurado en Arafo (Tenerife) un auditorio de música que lleva el nombre de Su Majestad, y el día anterior, en el teatro Guimerá de la capital tinerfeña, habían presidido la entrega de las Medallas de Oro de Bellas Artes a una veintena de ilustres personajes de la cultura.

La extraordinaria acogida que recibieron Sus Majestades en Arafo motivó que llegaran con retraso a la base aérea de Gando en Gran Canaria, donde don Juan Carlos entregó al 802 Escuadrón del Ejército del Aire la Medalla al Mérito Aeronáutico. El Servicio Aéreo de Rescate (SAR) cumple "sobradamente", en palabras del Rey, las condiciones para recibir la máxima recompensa militar que se puede alcanzar en tiempos de paz.

A esas horas la ciudad ya palpaba la visita real. El dispositivo de seguridad también se hizo notar. Ayer ningún policía disfrutó de día libre en Las Palmas de Gran Canaria.

Hacia las cinco de la tarde comenzó el segundo acontecimiento de la jornada en esta isla. Don Juan Carlos y doña Sofía presidieron en el teatro Pérez Galdós la entrega de las distinciones de hijos predilectos y adoptivos, además de las medallas de oro de la ciudad a personalidades y entidades de la vida isleña. En la lista de distinguidos figuraban algunos viejos conocidos de los Reyes o de sus hijos: los campeones olímpicos de vela José Luis Doreste, su hermano Luis, Patricia Guerra y Domingo Manrique.

El discurso de Nicolás Díaz-Saavedra, presidente de la Real Sociedad Económica de Amigos del País, que recibió la medalla de oro de la ciudad, provocó una sonrisa de la Reina pues deseó al Rey que "San Juan Bendito os colme de toda clase de venturas". Sin embargo, las palabras que pronunció el presidente canario, Manuel Hermoso, que elogió criticó al Gobierno de la nación, indignaron al ministro Saavedra, que las consideró fuera de contexto.

Hubo detalles canarios en el cóctel; las inevitables papas arrugadas y el mojo hicieron acto de presencia en una recepción celebrada en la misma orilla del Atlántico. Ayer, día de San Juan, Las Palmas de Gran Canaria cumplió 516 años desde su fundación. Ayer, también, durante unas horas se convirtió, merced a los soberanos, en el centro del país.

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