_
_
_
_
_

El hambre

"Me he atragantado de llano". Y Pantani aún sonreía. En el terreno de los llaneadores, en el reino del plato grande y las largas piernas, Marco Pantani -1,70 metros y 55 kilos-, en 17 kilómetros llanos como la palma de la mano, sólo cedió 49 segundos a Induráin, 66 a Berzin, menos de cuatro por segundo, cuando en Follonica su marca estaba en el doble. Este esfuerzo -"tenía miedo de que Berzin me doblara"- lo pagó en su terreno. El Pantani flamígero, inerte, inmune a la gravedad, no fue visto en el Ghiffi. Se le veía resoplar, doblarse y hacer eses, beber más de la cuenta y sudar por encontrar su ritmo. Y aún así, mantuvo las distancias. Cedió, en 13,700 kilómetros de ascensión, 24 segundos pelados a la locomotora Berzin, diez se-gundos al pesado Induráin. Todo fueron nervios para él. Pantani salió ya con sus escasos pelos de punta. Había, además, pasado una mala noche. Su habitación estabajusto encima de la vía del tren -la de Induráin, al lado de la estación de Chiavari- y, harto de dar vueltas en la cama, cambió dos veces de habitación. Y a pesar de los pesares, sigue segundo y con posibilidades. La decisiva cronoescalada ha sido más bien un paréntesis exhibícionista.De ahí, el optimismo del sonriente murciélago: "El resultado final ha sido muy positivo. Pensaba ceder dos minutos a Berzin y sólo he perdido 1,37 minutos". Sigue segundo Pantani y piensa en el futuro: "Todo el mundo está muy cansado, por lo que será fundamental la capacidad de recuperación. Yo me siento bien y he demostrado, en las etapas dolomíticas, que me recupero perfectamente. Y si Berzin no lo hace así, todo puede cambiar. Y también puedo decir que no estoy solo. Que el propio Induráin tiene mi mismo problema. Así, se presenta una situación táctica muy interesante: seremos dos para aislar a Berzin".

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_