"Un corredor no tíene límites"

La arruga es bella, podría decirse en el caso de Moreno Argentin. El ciclistas veneciano, líder del Giro, cree que a los, 33 años, en su 15ª temporada como profesional, ha encontrado la plenitud en el ciclismo. Ya no es sólo el fácil ganador de clásicas, el príncipe de las Ardenas, que hacía lucir en todos los terrenos su punta de velocidad. Ahora, el líder del Gewiss, el creador de un conjunto que asombra, se siente investido con otros poderes. "Todo es cuestión de experiencia", dice.Pregunta. ¿Cómo ha sido su transformación?

Respuesta. Todo se debe a la experiencia. Tengo un equipaje de años que me permite ver otras cosas. Mucha, mucha experiencia.

P. Pero habrá algo más. No todos los veteranos reaccionan así...

R. ¡Bueno, claro, hay que tener la técnica necesaria para poder interpretar más rápidamente que los otros la carrera. Y luego, una buena condición física y un buen equipo. Y, además, cómo no, me gusta lo que hago. Me encanta enseñar y explicarlo todo en el ciclismo. Transmitírselo a unos jóvenes que tienen una gran fe en mí porque me ven pedalear a su lado. Y ellos ponen sus piernas: son atletas en gran forma, que van creciendo poco a poco.

P. Cuando se retire, entonces, será usted el perfecto director...

R. Cuando lo deje, probablemente al terminar esta temporada, lo único que quiero es tiempo para reflexionar. Sé que puedo enseñar mucho, pero estoy cansado de viajar tanto. Y tampoco quiero un trabajo con gran responsabilidad: nunca, director deportivo; en todo caso, un cargo pequeño dentro del conjunto.

P. ¿Cómo se ha formado un bloque tan compacto como el Gewiss?

R. Lo único que buscamos, y así fichamos, son corredores con cabeza e inteligencia; eso incluye el que le caigan bien a los corredores que ya están. Yo doy mi parecer y también Emanuele [Bombini, director del equipo]; pero también los corredores que ya están: no aceptamos a nadie sin tener el consenso colectivo. Una vez dentro, nosotros les enseñamos a entrenarse.

P. ¿Es el célebre ciclismo científico?

R. No es tanto como eso. Intentamos, simplemente, disponer de las mejores tecnologías y de los mejores preparadores.

P. ¿Es tan bueno Berzin como dicen los publicistas?

R. Berzin tiene un gran potencial para convertirse en un gran campeón y ha hecho en un año un curso acelerado, ha bebido en ese tiempo todos nuestros secretos, algo que otros tardan en hacer varios años.

P. Muy deprisa, ¿no?

R. Ése es el miedo que tengo, que se le suba todo enseguida a la cabeza; es un extranjero que viene de un país pobre y puede verse deslumbrado. Queremos que siga el modelo Induráin, que se haga año tras año, poco a poco. Trabajando para otros unos cuantos años. Ya veremos si sabe sacrificarse. Si tiene constancia en el trabajo durante tres, o cuatro años [Berzin tiene 23] puede superar a Induráin. Pero necesita construirse fisicamente. Y sin miedo: un ciclista, cualquier ciclista, no tiene límites. No hay límites para el trabajo.