Los pilotos se unen para presionar a la federación y a los constructores

Los pilotos de fórmula 1 quieren ser escuchados en el futuro en los dos organismos rectores de este deporte, la FISA (Federación Internacional de Automovilismo) y la FOCA (Asociación de Constructores). El viernes tienen prevista una reunión en Montecarlo, donde el domingo se disputará el Gran Premio, para unificar criterios. Sin embargo, el clima está aún enrarecido por los mortales accidentes del brasileño Ayrton Senna y del austriaco Roland Ratzenberger en el circuito de Imola.

La FISA tiene previsto celebrar mañana una reunión para tratar del futuro inmediato de la fórmula 1. Y el viernes, en Montecarlo, los pilotos van a reunirse también para intentar convertirse en un grupo de presión importante, frente a "un poder más preocupado hoy por el aspecto financiero de la F-1 que por la seguridad", según indicó tras el Gran Premio de San Marino el alemán Michael Schumacher."¡Ya está bien!", declararon varios pilotos la semana pasada. "Debemos convertirnos en un contrapoder". Entre los constructores existe también un persistente malestar como consecuencia, de la falta de decisiones por parte de la FISA. La FOCA pretende por su parte alcanzar un acuerdo que impida repostar el próximo domingo en el principado de Mónaco. Esta medida perjudica fundamentalmente, a los Ferrari, cuyo motor V12 es demasiado goloso y no permite realizar la distancia de un Gran Premio sin repostar.

Sin embargo, es difícil que toda esta revolución anunciada se transforme en medidas concretas que aumenten la seguridad de los pilotos. Por otra parte, tampoco está claro que los pilotos actúen de forma unánime y se olviden de personalismos.

Con Ayrton Senna desapareció el mejor representante de los pilotos. Pero otros corredores punteros, como el austriaco Gehard Berger (Ferrari), tampoco parecen dispuestos a plantear la batalla. Al contrario, Berger ha anunciado para hoy una conferencia de prensa para comunicar su decisión de correr o no en Montecarlo. Se apunta incluso la posibilidad de que el piloto ponga fin a su carrera.

Berger se ha mostrado muy afectado en los últimos días por los acontecimientos de Imola. El austriaco fue el único piloto autorizado a entrar en la habitación de Senna tras su accidente. Al parecer, Berger no se siente con fuerzas para competir esta semana en Montecarlo. La escudería Ferrari explicó ayer en un comunicado que apoyará sin reservas cualquier decisión tomada por Berger. Paralelamente, le pidió al piloto italiano Nicola Larini que estuviera a punto para correr en Mónaco.

La complejidad de la situación puede llevar a los pilotos a crear un comité de sabios compuesto por los ex campeones Alain Prost (cuatro títulos mundiales), Jacky Stewart (tres) y Niki Lauda (tres), que les representarán ante la FISA y la FOCA.

Sin embargo, no parece que vayan a surgir problemas insalvables para que el Gran Premio de Montecarlo se lleve a cabo. Los pilotos quieren correr y entienden que no es un trazado especialmente peligroso porque los coches no alcanzan grandes velocidades.