El Atlético golea, pero no consigue la Liga de ascenso
La victoria del Langreo ante el Oviedo deja fuera al filial rojiblanco de la Liga de ascenso. Pero el Atlético cumplió por si se producía el pinchazo del Langreo, y goleó. El Atlético echó mano de su artillería pesada y dejó a todo un aspirante al ascenso como el Orense a la altura del betún. El manual ofensivo descubierto por el entrenador rojiblanco, Fernando Sierra, resultó feroz e indiscriminado, y demostró que en el fútbol lo mejor es atacar.No se había cumplido el primer cuarto de hora de partido y el guardameta del Orense ya tenía agujetas. Los rojiblancos encontraron enseguida la red y le propiaron un durísimo castigo a las manoplas del incrédulo Ares.
El Orense, un equipo que ayer no demostró absolutamente nada, quizá porque nada se jugaba, se encontró con el empate, casi sin quererlo, en su primer acercamiento a puerta. Pero al partido le dio la vuelta un solo jugador: César. El 10 siempre ha sido un número apetecido por los artistas del balón. Y César lo es. A los 28 minutos debió acordarse de su ídolo, Paolo Futre, y le imitó a la perfección. Recogió el balón, rompió a todos con un eslalon de 30 metros y firmó tan espectacular acción con un pase mortífero a Israel. No contento con ello, se empeñó en demostrar que no hay nada más espectacular que un futbolista que quiera a la pelota. Y César la adora. Sólo así se explica lo que hizo al borde del descanso: Sevilla colgó un balón al área y César lo recogió. Pero lo hizo poniendo algo así como una almohada en su bota izquierda. La pelota, agradecida por tan generoso trato, se rió de un defensa y se coló entre las piernas del meta gallego.
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