El PSOE fuerza a los conservadores a dar una salida al Defensor del Pueblo
El Gobierno quiere forzar al Partido Popular a que se avenga a pactar el nombre del nuevo Defensor del Pueblo. El PP responde que no tiene miedo a quedarse solo. Si esta semana no se reanuda el diálogo, la falta de amigos se apreciará.
Los grupos parlamentarios del PSOE, IU, CiU, PNV y Coalición Canaria, pedirán mañana a los presidentes del Congreso, Félix Pons, y del Senado, Juan José Laborda, respectivamente, que reúnan la próxima semana a la comisión mixta del Defensor del Pueblo, en la que todos apoyarán a un candidato. Sin el voto del PP, la propuesta resultará rechazada.
Los socialistas creen que si esto ocurre, tendrán argumentos suficientes para denunciar que el PP pone obstáculos al funcionamiento de las instituciones, ya que no hay forma de llegar a un acuerdo para el nombramiento de las vacantes de distintos órganos, cuestión que entra en el llamado impulso democrático.
El PP no se sienta a hablar del nuevo Defensor del Pueblo porque quiere negociar globalmente el paquete de medidas de impulso o "regeneración de la vida política". "Esto es un apañito", sentenció José María Aznar, que reprocha al PSOE que quiere "lo de siempre"; es decir, repartirse cuotas. Sistema en el que el PP siempre ha entrado.
En este incomprensible asunto, el PSOE replica que el PP mezcla al Defensor con el director general de RTVE y que así no se va a parte alguna. Aunque el impulso democrático está bastante tocado, se quiere preservar lo poco que hay hecho. Ésta es la intención de los portavoces socialista y popular del Senado, Bernardo Bayona y Alberto Ruiz Gallardón, respectivamente, que quieren salvar el Reglamento ya pactado.
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