La familia de los muertos en el choque con Senillosa reclama 100 millones

La familia de Pablo Varó, subteniente de la Guardia Civil muerto junto a uno de sus hijos, Sergio, de 13 años, en el accidente de tráfico que segó también la vida del político Antonio de Senillosa, reclamará a los allegados de éste una indemnización que podría alcanzar los 100 millones de pesetas. Albert Quintana, el abogado de los Varó, que consideran a Senillosa culpable del trágico desenlace, solicitará también a la Casa Real y a la Generalitat de Cataluña que les hagan llegar sus pésames. Ambas instituciones se los transmitieron en sendos comunicados a los familiares de Senillosa.El accidente, en el que resultó gravemente herida la esposa del guardia civil, Mercedes Marín, se produjo el domingo 27 de febrero a la salida de una curva en la carretera GI-627. A las 19.50, el vehículo de Senillosa, un Peugeot 405 rojo, invadió el carril contrario chocando frontalmente con el Lancia Dedra del matrimonio Varó y sus dos hijos.

Según indicaron testigos presenciales del accidente, el coche del político salió del giro dando bandazos y se precipitó hacia la dirección opuesta. Otros testimonios han aclarado igualmente que el auto de Senillosa, que había pasado la tarde en la sobremesa de una comida, les había adelantado a gran velocidad antes de producirse el siniestro. El hijo menor de los Varó, Francisco de 12 años, fue dado de alta ayer, pero tiene un fuerte choque emocional tras perder a casi toda su familia.

En función de la evolución clínica de Mercedes Marín, que, a pesar de la gravedad de sus heridas -se encuentra en la UCI del hospital Josep Trueta, de Gerona-, evoluciona favorablemente, Quintana determinará finalmente la cantidad de la indemnización. El abogado presentará una demanda por la vía civil en la que podría pedir hasta 100 millones de pesetas.

Indignación

Senillosa fue enterrado el pasado martes en la localidad empordanesa de Sant Mori, donde tenía su segunda residencia y a la que se dirigía cuando se produjo el accidente. A los funerales asistieron numerosos representantes del mundo editorial, intelectuales y profesionales de los medios de comunicación, con los que él colaboraba a menudo.

El mismo día se celebraron los funerales por Pablo y Sergio Varó, enterrados en el cementerio de Salt, donde vivían. Quintana ha manifestado su indignación por la actitud de la Casa Real y la Generalitat, que no transmitieron su pésame a la familia Varó.