Un despiste salva a Gil
Dos jueces rechazaron la instrucción de un expediente por ser accionistas del Atlético
Jesús Gil ha salido indemne del séptimo expediente que le ha abierto la Federación de Fútbol. Un despiste federativo ha permitido que su falta haya prescrito sin que se inicie el expediente. La más que cuantiosa multa económica esperada seguirá en la cuenta bancaria del presidente del Atlético de Madrid. Gil lleva contablizados más de 11 millones de pesetas en multas por expedientes, a los que hay que añadir seis meses de inhabilitación en el cargo.Los dirigentes federativos se resisten a reconocer su error y aseguran que en sus archivos no figuran ningún acuerdo por el que se abriese expediente a Gil. Pero las pruebas les delatan. Dos de sus jueces, del Comité de Competición de juveniles, Eladio Galán, primero, y Argimiro Vázquez, después, rechazaron ser instructores del expediente. "Somos del Atlético", fue la excusa. El primero tiene una acción del club, y, el segundo, cinco. Los dirigentes se preguntaban con ironía si sus comités están llenos de rojiblancos. A la tercera fue la vencida. Al final la Federación encontró un juez sin acciones y sin colores rojiblancos: Juan Miguel García.
"¿Cómo va ese expediente?", le preguntaron no hace mucho a Juan Miguel García. "A mí nadie me ha entragado los papeles", respondió. Algún directivo empezó a llevarse las manos a la cabeza: "Se ha cumplido", dijo, "el mes que estipula el reglamento para tramitar el expediente y también el plazo para pedir otro más de prórroga y no se ha hecho nada". "En mi opinión, a Jesús Gil ya no se le puede sancionar", explicó Argimiro Vázquez, un procurador de tribunales que se encarga de instruir buena parte de los expedientes extraordinarios de la Federación.
Críticas a los árbitros
El Comité de Competición de la Federación de Fútbol acordó a finales del pasado mes de diciembre abrir un expediente más, el séptimo de su carrera presidencial, a Jesús Gil. Como en la mayoría de los casos, los árbitros fueron el punto de mira de sus críticas y descalificaciones. Esta vez le tocó el turno al internacional valenciano Juan Ansuategui Roca, médico y director de un hospital de Castellón."Si éste [por el árbitro Ansuategui Roca] es internacional, yo soy obispo de Cuenca. A Villar [el presidente de la federación] le diría que esto es una mierda, un atraco, un robo", se desahogó Gil la noche del 27 de noviembre. El Atlético acababa de ser derrotado por el Deportivo: 0-1. Gil siguió despotricando sobre el colegiado: "Este hombre no puede tener la conciencia tranquila. Hoy se ha consolidado aquí la vergüenza nacional. El cuerpo me pide retirarme de la competición. El árbitro ha demostrado ser un buen profesional: nos ha cosido todo el partido, nos ha hecho una operación de 10".
Uno de lo estamentos más sorprendidos por la actitud de la Federación ha sido el Comité de Árbitros. Fue su presidente, Victoriano Sánchez Arminio, quien denunció las manifestaciones de Gil.
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