"El congreso no ha dejado ganadores ni perdedores"
En el hotel donde celebramos el congreso no sólo había virus políticos, bromea Raimon Obiols a costa del resfriado que comparte con Josep Maria Sala.Pregunta. La crisis del PSC acaba con una década de calma interna. ¿Qué ha llevado a esta situación?
Respuesta. La crisis está cerrada. El consenso es sólido y será duradero. En este congreso han confluido varios factores: la situación económica y social del país no es fácil y eso afecta a los militantes como al conjunto de los ciudadanos; la renovación, como todo cambio, implica tensión; la búsqueda de un nuevo candidato socialista a la presidencia de la Generalitat también incidió; la relación entre la dirección y las bases, y también los sentimientos personales.
P. Usted abrió y cerró el congreso apelando a la unidad interna. ¿Teme por ella?
R. Cuando hay discusión es lógico apelar a la unidad. Pero al final hemos demostrado que más allá de las diferencias hay una orientación compartida y una voluntad de cohesión.
P. El 7º congreso parece haber acabado con una solución de compromiso. Usted aceptó de mala gana la dirección colegiada restringida, Sala aceptó de mala gana.apearse de la secretaría de organización y muchos dirigentes territoriales aceptaron de mala gana que Serra se hiciese el sordo cuando le reclam-aron que asumiera el control del partido.
R. Yo tengo, una impresión diametralmente opuesta a esa. La gente ha salido del congreso con la convicción de que la trayectoria unitaria de nuestra organización se mantendrá íntegra.
P. ¿Cree que la contestación. a su liderazgo nació espontáneamente de la base o, por el contrario, está estimulada por otros dirigentes, como Josep Maria Sala o Narcís Serra?
R. Se puede hacer toda clase de suposiciones, pero el asunto que es preciso abordar, y que que resolveremos, es una mejora de nuestros mecanismos organizativos que permita una interrelación más positiva entre la dirección y el conjunto del partido.
P. ¿Ha quedado el PSC desautorizado como punto de referencia de la renovación socialista ante el PSOE?
R. Estoy seguro de que los socialistas catalanes harán una aportación muy positiva al congreso del PSOE. Nunca hemos tenido la actitud pretenciosa de erigimos en el espejo en el que se deben mirar los demás.
P. Su autoridad política y moral en el PSC, ¿es mayor, menor o igual que antes del congreso?
R. Yo he abogado siempre por el reparto de poderes. No he acumulado poder y seguiré en la misma línea. Lo que hace falta,es trabajar y dejar de lado los temas personales.
P. ¿Es reparable su relación con Sala?
R. Todos debemos reflexionar sobre el periodo congresual con el objetivode superar cualquier elemento de referencia a un sector u otro. Todos estamos afiliados a la misma organización, compartirnos un mismo proyecto y aceptamos los resultados democráticos del congreso. Cualquier otra consideración está supeditada a esto. La salida del congreso será estable; no hay ganadores ni perdedores.
P. Muchos cuadros del partido afirman que Serra no fue ajeno, por activa o por pasiva, a la contestación a su liderazgo. ¿Se ha sentido usted suficientemente apoyado durante la crisis por los principales líderes del PSC?
R. Todos, cada uno desde su punto de vista, han estado pensando en la mejor salida. No se trata de ver si un dirigente apoya a otro, sino de si piensa en lo mejor para el partido.
P. ¿Se ha abierto una etapa de transición en el liderazgo?
R. La solución adoptada por el congreso es sólida y lo demostraremos con hechos. ¿Qué quiere decir una fórmula sólida? Que funcionará y durará. Evidentemente, no tiene vigencia indefinida. Eso sería absurdo, pues todos los partidos tienen sus etapas. Vendrárihuevos congresos y las cosas cambiarán.
P. Los congresistas premiaron con sus votos a José Borrell y les castigaron a usted y, de forma notable, a Serra...
R. Hay que relativizar eso. Borrell es muy apreciado política y personalmente y además ha sido ajeno al proceso de discusión y de tensiones personales. Este proceso sí incidió en los demás resultados. Pero todo ello tiene una importancia relativa. Por ejemplo, y sin que esto sea malinterpretado, en el congreso del PSOE de 1979 yo saqué más votos que Felipe González.
P. Destaque una cualidad y un defecto de su perfil político.
R. Creo que soy un hombre de unidad, pero que no se entienda esto como una cualidad, y si no hablo de cualidades permítame escapar del pequeño acto masoquista de hablar de mis defectos, aunque los conozco bien.
P. Haga el mismo ejercicio respecto de Sala.
R. El congreso ha alumbrado una fórmula política aceptada y aceptable que dará buen resultado. Lo demás tiene una importancia secundaria.
P. Una vez más, los debates congresuales y precongresuales más enconados han sido sobre personas y no sobre ideas...
R. A veces, los medios de comunicación fomentan la falsa impresión de que lo único. que importa son las discusiones personales. Las personas no se mueven estrictamente por motivos -desvinculados de sus ideas, sino que preferentemente lo hacen en función de sus ideas. A la hora de explicar una discusión, todos tendemos instintivamente a hablar de las personas que sustentan cada posición. Las discusiones entre las personas son esencialmente discusiones de ideas.
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