La brisa marina inspira al Leganés
Los madrileños logran su segunda victoria consecutiva a orillas de¡ Mediterráneo
Al Leganés le va la marcha playera. Cuando juega en casa, le cuesta ganar. Pero en cuanto sus jugadores empiezan a oír el rumor de las olas, la humedad que penetra por los poros de su piel se traduce en buen fútbol. Y en buenos resultados, que es lo que necesita el equipo pepinero.El Lega consiguió su primera victoria de la temporada en Cádiz. La semana pasada, en Alicante, cerró la primera vuelta de la temporada con un 0-2 con sabor a sal. Ayer, en Castellón, frente al Villarreal, volvió a repetir resultado y demostró que le gusta jugar al fútbol en la playa.
El equipo madrileño alivia, así, considerablemente su cuenta de negativos y refuerza sus aspiraciones de mantener la categoría, cuando el campeonato acaba de pasar su ecuador.
Para los jugadores de Luis Ángel Duque el paso por las tierras levantinas no ha podido ser más dichoso y fructífero: de dos plumazos han borrado cuatro negativos de su cuenta.
Por contra, para el Villarreal, de nuevo, aparece la zozobra y la incertidumbre en torno a su objetivo de lograr la permanencia. El traspiés de ayer supone para el equipo local acabar con una racha de tres victorias consecutivas.
"Veni, vidi, vinci"
El conjunto madrileño hizo ayer buena la celebre máxima de ven¡, vidi vinci: llegó por la mañana (el desplazamiento fue en autobús, en consonancia con su carácter de equipo modesto y casi semiprofesional); salió al terreno de juego sin ningún complejo y con gran confianza en sus posibilidades, y cuando apenas se habían cumplido 20 minutos, ya había certificado la victoria.
El resto del partido fue un claro quiero y no puedo por parte de los jugadores del Villarreal, en su intento por desmontar el férreo y disciplinado dispositivo defensivo desplegado sobre el terreno de juego por el conjunto de Leganés.
El Lega sacó gran rentabilidad al excelente juego realizado durante el primer tiempo, que, por otra parte, coincidió con una fase de considerable desconcierto por parte de sus oponentes. En ese periodo de tiempo, el conjunto madrileño marcó sus dos goles, llevó el mando del encuentro y hasta regaló a la parroquia local algunos instantes de buen fútbol, en especial el que destilaban las botas del joven Vivar Dorado.
El equipo pepinero decidió jugar con cabeza. Antonio fue el encargado de abrir el marcador a los 15 minutos de juego, con un remate de cabeza letal. Dos minutos más tarde, Chuso emulaba a su compañero y hacía uso de su frente para meter un segundo gol, que a la postre sería el definitivo. Por Su parte, el Villarreal anduvo desorientado, sin cohesión entre sus líneas y con claros fallos de marcaje, como el que originó el primer gol (le los visitantes. Los locales, apenas inquietaron al meta Aguilera, que sólo pasó algunos apuros en una jugada en las postrimerías de la primera parte.
El segundo periodo, únicamente sirvió para ratificar dos cuestiones: primera, el buen sistema defensivo del Leganés, sólo superado en dos ocasiones por alto, ya al final del partido. Y la segunda, la falta de ideas y de puntería de los locales, que, al menos, en esta fase del encuentro, sí sacaron a relucir lo que se presupone a un equipo de su características: lucha y entrega.
En ese tramo del partido, el Leganés entregó el dominio territorial a los locales, pero éstos no supieron qué hacer con tanto campo para corretear. El conjunto madrileño dejó bien claro que se iba a limitar a conservar la suculenta renta alcanzada en el primer tiempo y para ello no despreció ningún tipo de artes: cuando era necesario despejar el balón mediante el sistema del patadón, los pupilos de Luis Ángel Duque lo hacían sin ruborizarse. No se asustaron ante las tímidas críticas que por ello recibían por parte del público.
Conformistas
El equipo madrileño renunció al ataque y a incrementar su cuenta. Dispuso de un par de ocasiones claras, pero los jugadores pecaron de conformistas y actuaron con cierta desgana. Quizá pensaron que un resultado más abultado sería excesivo y se conformaron con la segunda victoria a domicilio frentre al equipo de la Plana. Ésta era la segunda vez que estos dos equipos medían sus fuerzas. La primera fue hace dos años, cuando ambos conjuntos militaban en la Segunda B. Entonces, el Leganés se impuso por dos goles a cuatro. Esta vez, los madrileños no dejaron que los delanteros del Villarreal batieran su portería.
El Leganés empieza con buen pie la segunda vuelta. Los deseos de Luis Ángel Duque comienzan a cumplirse. Si, para mantenerse en la categoría, el entrenador consideraba necesario apuntarse 20 puntos, la suma de dos fuera de casa, a las primeras de cambio, supone una inyección de moral considerable. Uno de los datos de la estadística del Leganés que debe ser motivo de júbilo para Duque es la imbatibilidad de su portero en los dos últimos partidos. Con una defensa segura, los pepineros pueden dejar que Vivar haga su inspirado fútbol. Pero lo mejor para el equipo madrileño ha sido la progresiva recuperación de jugadores de la enfermería. Duque ya no tiene que recurrir al filial.
Pero como en Madrid no hay playa, los de Leganés deben pensar en el modo de suplir el influjo del Mediterráneo para trasladarlo al barrio.
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