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El grupo financiero La Caixa incrementó en un 13,3% su beneficio de 1993

La Caja de Ahorros y Pensiones de Barcelona (La Caixa) cierra el ejercicio de 1993 a velocidad de crucero: crecimiento constante de los depósitos (medio billón de pesetas al año); incremento del resultado neto en un 13,3% en un ejercicio batido por la bajada de tipos y la guerra hipotecaria; y lanzamiento de su grupo filial bancario reforzado con la reciente adquisición del Banco de Europa. El Rubicón de la crisis ha supuesto para La Caixa una dotación de insolvencias de 32.136 millones. Con todo, el beneficio consolidado de la primera entidad financiera de España en 1993 fue de 47.821 millones.

El grupo financiero La Caixa -seis billones de pesetas de recursos ajenos y casi ocho billones de pasivo total- incrementó en 1993 su margen de explotación en 40,9%, lo que despeja por sí solo las dudas sobre el crecimiento sostenido de la entidad, interrumpido en los últimos ejercicios por el impacto de la fusión con la antigua Caixa de Barcelona.El director general de La Caixa, Josep Vilrasau, señaló que el ejercicio se ha caracterizado por la guerra de las supercuentas y la dura competencia del mercado hipotecario, aspectos ambos en los que la entidad ha rehusado entrar "para mantener una política de mayor moderación". Vilarasau añadió en la presentación del balance y cuentas del ejercicio pasado: "En 1994 apostaremos por los planes de ahorro popular tan pronto como la Administración tenga listo el marco legal". La Caixa ha reaccionado ante la dureza del mercado hipotecario adaptando sus tipos de interés al mercado, pero sobre todo participando en un plan de promoción de viviendas de protección oficial que le ha supuesto una inversión crediticia de 73.000 millones de pesetas. "Eso contribuye a nuestra política de mantener un activo muy saneado".

A partir de 1990 la entidad ha venido realizando una profunda reconversión de su balance. La polémica de las primas únicas obligó a La Caixa a disminuir la presencia de estas pólizas en la estructura de sus recursos ajenos y a sustituir paulatinamente estos activos por la desintermediación de títulos de Deuda Pública, con una rentabilidad inferior para la entidad. El impacto de esta menor rentabilidad (unos 7.000 millones de pesetas) ha sido reemplazado por los ingresos procedentes de comisiones de gestión, básicamente de los fondos de inversión (12.000 millones en 1993).

El de 1993 fue un ejercicio con menores atípicos que en 1992: algo más de 9.000 millones por la venta de pisos, frente a los casi 30.000 millones del año anterior (desinversión del grupo asegurador y pisos).

Con el reciente anuncio de la compra del 75% del capital del Banco de Europa, la entidad de ahorro refuerza su estrategia de articular un grupo bancario filial al cien por cien alrededor de la marca Caixabank. "Las 26 oficinas del Banco de Europa se complementan con la incipiente red de Caixabank y nos permiten captar cuota en distintas zonas del territorio español donde ya esta implantado el banco que vamos a adquirir", señaló el director adjunto de la entidad, Antoni Brufau. La penetración de la Caixa en el Europa se instrumenta mediante una reducción del 80% del valor del capital de este banco para abordar posteriormente una ampliación que permitirá restablecer el equilibrio patrimonial mediante una inyección total superior a 4.000 millones de pesetas.

Acesa, participada por la entidad con el 39,3%; Gas Natural, SA (25,5%); Aguas de Barcelona (26,7%), la aseguradora Vidacaixa (60%), la inmobiliaria Incosa (99,8%), Telefónica (2%), Tunel del Cadí (53,4%), Segurcaixa (40%) y Saba (24,1%) constituyen el núcleo de las participaciones accionariales de La Caixa. En Aguas de Barcelona SA, la entidad ha reforzado su presencia indirecta por medio de una holding junto a Lyonnaise des Eaux.

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