Las dificultades económicas obligan a los clubes a ampliar su capital

Los clubes de baloncesto miran al techo y ven la necesidad de algo más que una mano de pintura. Los reajustes económicos han reducido su número de 24 a 20 en las dos últimas temporadas y el año pasado, tras un parto con dolor para obtener los 3.000 millones de pesetas necesarios, se convirtieron en sociedades anónimas. Sólo 18 meses después, al menos ocho clubes ya han aprobado o estudian la ampliación de sus capitales sociales. La lista está integrada por el TDK Manresa, el León, el Valvi Girona, el Fórum, el DYC Lugo, el Argal Huesca, el OAR Ferrol y el Coren Orense.La necesidad de ampliar los capitales sociales viene recogida en el decreto de conversión de los clubes en sociedades anónimas: "

capital nunca podrá ser inferior al 50% del fijado en el momento de la transformación". Son casi la mitad de las 17 sociedades anónimas deportivas que funcionan en la Liga ACB las que necesitan la ampliación del mismo, ya que el Real Madrid, el Barcelona y el Festina Andorra quedaron eximidos de la conversión.

El ajuste en la Liga ACB no toca fondo. El colectivo vivió por encima de sus posibilidades durante mucho tiempo y los salarios de las figuras se dispararon por encima de los 100 millones de pesetas. Ahora, pese a un plan de saneamiento que los clubes siguen de forma aceptable y pese a la drástica reducción de los salarios, siguen imponiéndose las restricciones o el aumento de recursos. El segundo es un intento dificil y el primero ya se adoptó esta temporada, en la que los presupuestos de más de la mitad de los clubes se han encogido.

Domingo Malo, gerente del Argal de Huesca, club que acomete estos días el estudio técnico de la ampliación de su capital social en unos 50 millones de pesetas, advierte que cuando se inició la conversión de los clubes en sociedades anónimas ya se pactaron con la Administración unos capitales sociales mínimos para que no resultara imposible o quimérico reunirlos. "Por ello", dice Malo, "era previsible que al cabo de cierto tiempo tuvieran que ser ampliados esos capitales".

Perder jugadores

Rafael Jiménez, gerente del Unicaja de Málaga, es descriptivo: "Cinco de los 22 clubes que teníamos que convertimos en sociedad anónima no teníamos ningún tipo de problema. Nosotros seguimos sin tenerlo aunque, a cambio de ello, hemos perdido a jugadores de primera fila, como Massenburg, Arlauckas, Vecina y Ramiro. Tal vez en caso de no hacerlo, ahora tendríamos que ir a una ampliación de capital"."A las desviaciones presupuestarias -mínimas en comparación con las de hace algunas temporadas- y a la crisis económica general y del baloncesto en particular, se añaden deudas anteriores, fundamentalmente de Hacienda", asegura Luis Rodríguez, gerente del Coren de Orense. "En nuestro caso pueden estar entre los 200 y los 400 millones", concluye.